vii: ticking bomb

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Lo difícil de vivir sabiendo un secreto tan grande como el de Jimin, era que cambió por completo la forma en la que Jungkook se comportaba en el colegio. Fiel a la palabra que le dio al chico una vez que se levantaron para volver a sus hogares, no le contó a nadie acerca del embarazo de Jihye a pesar de que consideraba que era la peor idea posible. Las primeras semanas, aunque sabía que él tampoco podía hacer demasiado, perdió el sueño en la noche buscando soluciones. Pero todas las que se le ocurrían a Jungkook ya las había intentado Jimin.

Taehyung terminó por aceptar que Jimin les ocultaba algo y el hecho lo puso de mal humor. No ayudaba que Jungkook se pusiera siempre del lado de Jimin, porque Taehyung entonces asumió que Jungkook estaba al tanto de lo que estaba haciendo el otro muchacho y no quería decirle tampoco. Y Jungkook no podía negarlo, porque a fin de cuentas era verdad. Eso lo hacía sentir peor, a pesar de que Jimin le había pedido guardar el secreto expresamente.

Sumido en los miles de problemas que habían aparecido en su vida de la nada e intentando distribuir su tiempo entre los estudios, luchar por tener una conversación decente con Taehyung en vez de pelear con él y tratar de convencer a Jimin de pedir consejo, ni siquiera notó las vacaciones de verano pasar y el segundo semestre del año comenzar. El primer día de clases pensó, con cierta amargura, que cada vez pasaba el tiempo más rápido, como un reloj corriendo una carrera cada vez más rápida. En meses, Taehyung y Jimin se graduarían, y él quedaría solo durante los recesos.

Eso sería si Jimin lograba llegar a graduarse, pensó un día mientras jugaba con su comida en la cafetería de la secundaria.

— ¿Vas a comerte ese kimchi?—le preguntó Taehyung. Jimin había desaparecido una vez más, y una rápida mirada hacia la mesa de las amigas de Jihye le confirmó a Jungkook que debía estar hablando con ella. Ignoró el pinchazo de celos que le generó la idea. —Estás comiendo muy poco, Kookie. No porque seas alto tienes que dejar de alimentarte bien.

—He estado enfermo del estómago últimamente—mintió Jungkook devolviendo la mirada a Taehyung—. Si quieres puedes comerte el kimchi, hyung, no lo quiero.

— ¿Muchas cosas en tu cabeza?

Jungkook se rio desganado. Taehyung no llegaba a dimensionar a lo que se refería con "cosas".

—Un poco. Han sido unos meses extraños.

Taehyung tomó una cucharada del kimchi que estaba en la bandeja de Jungkook. No lo tomó todo, como si esperara contra todo pronóstico que Jungkook comiera aunque fuera un poco más aunque acababa de pedirle la porción entera. Jungkook solo jugó con el arroz y se echó a la boca una cucharada cada cierto rato simplemente para no ir a clases con el estómago vacío.

—Ni que lo digas. ¿Sabes por casualidad dónde se ha metido de nuevo Jimin?

Jungkook negó con la cabeza, pero no necesitó elaborar porque justo entonces llegó el chico, frotándose los ojos como si no hubiera dormido bien. Se sentó a la mesa con un suspiro y Jungkook no pudo evitar palmear su hombro, en un fútil intento de animarlo. Por el rabillo del ojo, Jungkook vio entrar a Jihye a la cafetería. Taehyung entrecerró los ojos.

— ¿Estabas con Jihye?—le preguntó a Jimin.

Jimin se detuvo a la mitad de tomar el vaso de agua de Jungkook y abrió los ojos, sorprendido por la pregunta. Carraspeó incómodo.

—Uhm. Sí.

Taehyung frunció el ceño y miró a Jungkook luego de dirigir su mirada a Jimin una vez más.

—Pensé que habías terminado con ella porque... ya sabes, porque ustedes estaban juntos.

Jungkook se tiró hacia atrás en la silla y, debido a la impresión, se atoró con su propia saliva. Tosió, sonrojado y avergonzado, mientras Jimin palmeaba su espalda con delicadeza.

come and pick up my love [jiminxjungkook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora