come and pick up my love [jiminxjungkook]

v: stitch

El final de las vacaciones de invierno pasó en un abrir y cerrar de ojos. Sin siquiera darse cuenta, Jungkook ya llevaba un año completo viviendo en la capital.

Si le preguntaban, la única diferencia era que partía el año con un grupo de amigos en quienes confiar. No podía sentirse más agradecido por ello, a pesar de que uno en particular le quitaba el sueño por las noches. Si Jungkook hubiera sido más específico, no era exactamente Jimin quien lo mantenía despierto por las noches, sino que la necesidad de repasar cada momento que había pasado con él en busca de pistas, cualquier cosa, que le dijeran si había dado a conocer lo que sentía por él sin querer.

Jihye, la nueva novia de Jimin, era extremadamente observadora. A comparación de Darae, que parecía querer pasar cada momento del día junto a Jimin, ella prefería compartir su tiempo entre sus amigos y su relación. Eso significó, sin embargo, que Jungkook nunca sabía cuándo aparecería en sus juntas, porque no seguía un patrón específico. No había manera de evitarla tampoco, porque tras la graduación de Hoseok y Namjoon, el grupo se había reducido tanto que era mucho más fácil notar su ausencia. Jimin se preocupó de encontrarlo cada vez que intentó escaparse, asustado de que le hubiera pasado algo, y Jungkook terminó por resignarse a pasar tiempo con la pareja.

Jihye siempre le generó sentimientos encontrados. Jungkook sintió que sospechaba algo desde el inicio; que, de alguna manera, se dio cuenta de que Jungkook estaba enamorado de Jimin desde el primer instante en que lo conoció. La idea le dejaba piel de gallina y lo obligaba a alejarse, aunque Taehyung lo retó más de una vez cuando se juntaron a jugar videojuegos. Le dijo múltiples veces que lo único que lograría si seguía evitando tocar y mirar a Jimin era que la situación se volviera más obvia, pero Jungkook no podía dejar de pensar lo contrario.

Su corazón también sufría mientras él daba vueltas en la cama, extrañando los días en los que podía ser él mismo alrededor de Jimin. No importaba cuántas veces se repitiera que no era el caso, su relación con él ya no era la misma. Conversaban menos, evitaban el contacto del otro y no mantenían la mirada del otro al hablar. Un muro invisible se había instalado entre ellos y Jungkook no sabía quién de los dos lo había construido, pero estaba seguro de que habría hecho todo lo que estuviera a su alcance para derribarlo.

Quizás por eso le costó menos de lo normal aceptar la invitación a una fiesta para comenzar el año escolar.

Estaban en la cafetería durante los últimos minutos del almuerzo conversando. Jihye estaba con ellos, justo en frente de Jungkook y al lado de Jimin, escuchando atentamente mientras el chico le explicaba cómo jugar un videojuego del que había estado conversando con Jungkook. Taehyung había desaparecido para ir a conversar con uno de sus amigos en otra mesa, algo que era común en él. Tenía demasiados amigos para contarlos con una sola mano y siempre querían hablar con él.

Volvió cuando Jungkook comenzaba a aburrirse de escuchar el monólogo de Jimin y los interrumpió con una brillante sonrisa.

—Deberíamos celebrar este fin de semana, antes de que empiecen los exámenes—dijo.

Jimin dejó de hablar para mirarlo, lo que hizo que Jihye también centrara su atención en él.

— ¿Y dónde, si puede saberse? —le preguntó Jimin a su amigo.

Taehyung se sentó con un puchero.

—Ese es el problema. Estuve hablando con Jisoo y ni siquiera él conoce a alguien que quiera ofrecer su casa para alguna fiesta, lo que significa que no podremos hacer nada.

Jihye pareció pensar un segundo y luego habló:

—Podría ser en mi casa.

Jimin se dio vuelta a mirarla.