come and pick up my love [jiminxjungkook]

viii: interlude

Haeun nació una mañana de diciembre.

Jimin les avisó esa misma tarde con un mensaje, pero para ese entonces Jungkook ya había atado cabos al notar que tanto Jimin como Jihye no aparecieron durante todo el día en el colegio. Jihye se las había arreglado para que nadie notara que estaba embarazada, utilizando como excusa el frío de invierno para ocupar ropa abultada que la escondiera de la mirada de los demás.

Sin embargo, la historia se expandió irremediablemente durante los días que siguieron al nacimiento de Haeun, cuando los padres de Jimin se vieron obligados a informar a la dirección escolar acerca de la situación y, como siempre sucedía en esas ocasiones, nadie supo quién fue el que hizo correr la palabra. A menos de un mes de la graduación, la dirección se vio obligada a enviar una declaración oficial donde pidieron a todos los alumnos evitar comentarios acerca del tema. Para Jungkook, sonó más como una amenaza velada, un intento de mantener una buena reputación e ignorar la situación de ambos chicos.

No le podía importar menos lo que hablaran los demás. Taehyung, por el contrario, había estado a punto de pelear con más de una persona haciendo comentarios por los pasillos, pero afortunadamente sus compañeros lograron intervenir en cada una de las ocasiones y salvarlo de los problemas. Jungkook estaba agradecido por ello, porque aparentemente Jimin ya estaba en bastantes problemas con la directiva del colegio.

El chico les confesó que era lo que menos le importaba en el momento ese mismo fin de semana, cuando finalmente volvieron del hospital y el rumor recién estaba tomando fuerza. Taehyung y Jungkook se pusieron de acuerdo de inmediato para ir a verlos y Yoongi, que ya había ido a visitar al hospital durante la semana, se ofreció a acompañarlos también.

—No quiero que los atropellen porque no miraron al cruzar la calle con tal de llegar rápido—les dijo, pero Jungkook sabía que también quería visitar a Jimin y Haeun de nuevo.

Fue la madre de Jimin la que los recibió cuando tocaron el timbre. Aunque lucía cansada, les dedicó la misma cálida sonrisa de siempre y los dejó pasar de inmediato. Después del día en que descubrieron el embarazo de Jihye, fueron los padres de Jimin quienes la acogieron en su casa, con la intención de cuidar de su nieta. Era una decisión que había generado tensiones, pero los padres de Jihye no dieron señales de vida en ningún instante después de haberla echado, de acuerdo a Jimin, por lo que no había otras opciones disponibles.

Taehyung, Yoongi y Jungkook entraron al salón. La madre de Jimin ni siquiera tuvo que llamar al chico para avisarle que ellos habían llegado, porque él ya había asomado la cabeza desde el piso superior, curioso y con el par de ojeras más grandes que le había visto Jungkook desde que lo conocía. Bajó de inmediato a saludar, recibió el abrazo de Taehyung con una sonrisa y luego se detuvo en frente de Jungkook, tragando saliva. A juzgar por la mirada que compartieron Yoongi y Taehyung al verlos, fue un alivio que la madre de Jimin hubiera ido a la cocina a preparar té.

—Hyung—Jungkook carraspeó, incómodo. Repentinamente, todas las cosas que había pensado decir se esfumaron de su mente y lo dejaron con la lengua trabada. —Me alegra volver a verte.

Jimin asintió, en silencio, y Jungkook decidió que podía darse el lujo de no pensar tanto por unos minutos. Cerrando los ojos, abrazó a Jimin con fuerza, y el chico le correspondió el abrazo de inmediato. Jungkook sonrió, con un agradable sentimiento de satisfacción en el pecho que desapareció en cuanto escuchó un carraspeo a sus espaldas. Jihye los observaba desde el dintel de la puerta, con una ceja alzada y los labios apretados.

Jimin se separó de Jungkook de mala gana. El ambiente se tornó tan incómodo en un par de segundos que Jungkook cambió el peso de un pie al otro varias veces, sin saber cómo reaccionar bajo la mirada de Jihye.