Tras haber concluido la escuela primaria, Yui se encuentra emocionado por crecer. Pero resultará todo lo contrario. Ahora descubrirá que la vida no siempre es como la imagina... ¡Nunca se imagino que tendría que volver a usar pañales!
Al despertar, una breve sonrisa me desbordó. Olvidé todo por lo que había pasado el día anterior y un pensamiento de desayunar mi cereal favorito atravesó mi mente. Por un instante todo era normal otra vez, pero cuando moví las sábanas y me levanté, pude sentir lo humedad que había dejado la cama. Todos los recuerdos volvieron a mí, anoche no lo soñé; había mojado la cama y todo era un desastre.
Me cambié los calzoncillos y los guardé debajo de la cama, hice mi cama ocultando la mancha que se había marcado en el colchón y fui a tomar una ducha tan rápido como pude, antes de que mamá o mis hermanas despertaran. Mientras estaba ahí, intenté hacer pis, pero no salía nada. "Tal vez porque agoté mis reservas mientras dormía". Pensé mientras me sentí ridículo. Cuando terminé, intenté olvidarme de todo nuevamente, aunque sabía que no iba a durar a salvo por mucho tiempo.
Durante el desayuno, no pude tranquilizarme ni un minuto. Ver a los ojos a mamá me resultaba imposible; estaba tan nervioso al pensar que cualquier detalle me delataría frente a ellas. Justo terminé el cereal, me lancé por el control remoto para ocultarme en el sofá mientras veía la televisión. Mamá dejó a mi cargo a Eri, mientras que ella y mi hermana hablaron del otro lado de la sala. ¡Estaba segurísimo de que mi hermana se daría cuenta y ya le estaría contando todo a mamá! Pero solamente alcancé a escuchar un "¡Yei!" de Mary y se metió a su habitación. Esto me alivió un poco, pero aún así me encontraba muy nervioso... "Oh ho".
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De repente mi cuerpo empezó a temblar y sentí una calidez desagradable. ¿No me estaba... haciendo...? De pronto Eri me delató.
_"¡Mamá, Yui se está haciendo pipí en la sala!". _¡N-no, Eri no le digas! -Interrumpí torpemente. Mamá venía saliendo de mi cuarto diciendo: "¡Yui, ya he visto tu cama! ¿Qué sucede contigo, jovencito?". _Mamá.. Yo... No pude evitarlo. -Dije con los ojos llorosos. Mary se asomó desde su habitación. _"¿Yui ha mojado la cama? ¡No puedo creerlo, ja ja ja!". _"Ahora, ¡toma las sábanas y ve a lavarlas inmediatamente, jovencito! Y encima tu hermanita se ha orinado en la sala... Un momento... ¿¡También fuiste tú!?".
. . .
Luego de haber ayudado a mamá a lavar las sábanas y almohadas, regresé a mi habitación para enterrar la cara en un rincón. No tardé mucho en encender mi consola de videojuegos para seguir construyendo mi ciudad virtual. Tenía un mensaje de uno de mis amigos, ¡era Nick! Me entusiasme por leer su carta, pero al hacerlo tendría que contestarle después... Seguramente estaría preguntando cómo me iba. Y yo no estaba listo para contestar ésa pregunta. Así que ignoré el mensaje y seguí jugando. De pronto tuve antojo de un jugo, aunque me incomodó la idea de beber líquidos por el momento...
Fui a la cocina para abrir el refrigerador y entonces...
_"¡Rawr! -Gruñó mi hermana- Ja ja ja, que torpe eres, hermano. Esto siempre funciona contigo".
Yo estaba arrodillado frente a ella. Algo en aquel grito había traído a mi mente la imagen de aquella gorila.
_"No p-puede ser... ¿De nuevo te haz orinado?". -Preguntó mi hermana con cierto desagrado en su voz. Mamá entró de nuevo. _"Oh, Yui. No lo puedo creer. ¿De verdad es tan difícil aguantarte hasta ir al baño? Pareces un niño pequeño". -Dijo en cierto tono burlón. _"Es que n-no lo p-puedo evitar. ¡Me asusté!". -Respondí con la cabeza agachada. Mamá me miró preocupada y suspiró. _"Trae el trapeador y ve a tomar un baño. ¿Qué haré contigo?".
