Tras haber concluido la escuela primaria, Yui se encuentra emocionado por crecer. Pero resultará todo lo contrario. Ahora descubrirá que la vida no siempre es como la imagina... ¡Nunca se imagino que tendría que volver a usar pañales!
No he salido de mi habitación desde entonces. Mi hermana no se ha vuelto a referir a mí como su hermano sino como su hermanita, y no puedo evitar pensar que Eri terminará haciendo lo mismo. Mamá no puede estar aquí para hacer algo al respecto, aunque dudo mucho que fuera una gran diferencia. Y Jen... Bueno, es la misma de siempre. Ha seguido con su juego desde que llegó a nuestras vidas, y ahora... Ante sus ojos ya solamente soy un bebé.
La pesadilla más grande por la que he pasado comenzó unos días antes de la fiesta... Había despertado un sábado por la mañana. Era el día de descanso de mamá, por lo que no vería a Jen en todo el día, y eso me hizo sentir ligeramente aliviado. Cuando me levanté de la cama, escuché unos aplausos provenientes de la habitación de mamá. Asomé mi cabeza por la puerta para saber de qué se trataba. Al verme de reojo, mamá me llamó para que fuera con ella, también a Mary. Se veía muy emocionada. En la habitación se encontraba Eri de pie sobre la cama, y mamá celebraba con risas y aplausos. _"Niñas, su hermanita por fin ha dejado de mojar la cama. ¿No es grandioso?". -Dijo mamá. _"¿¡Q-qué!?". - Respondí exaltado. _"¡Es asombroso, Eri!" -Dijo mi hermana. "Ya eres toda una niña grande". _"¡Ya soy una niña grande!". -Contestó Eri. _"Ju ju, a diferencia de la bebé Yui". -Agregó Mary. "¿Cómo están tus pañales, hermanita?"
Al referirse a mí, las miradas de todas se vieron hacia mis pañales. _"Oh, Yui. Cariño, buenos días" -Dijo mi madre. "Mira cómo resultaron las cosas. Tu hermana pequeña por fin te ha superado. Puedo ver desde aquí que tus pañales están mojados". Escuchar esas palabras me provocaron un vacío en el estómago. Grande y frío. Después de todo, una vez más me había hecho pipí mientras dormía. _"Claramente sabemos quien es la hermana menor ahora". -Mary habló señalando hacia mi pañal. _"Pero... De la manera en que están las cosas, Yui tendrá que usar los pañales que sobraron de Eri durante la noche. Puede que estén algo pequeños para ti, pero servirán". _"No puede ser..." Mi hermanita se me acercó y dijo: "Yui, espero dejes los pañales pronto".
. . .
Por la tarde, me encontraba sentado en mi habitación sin mucho que hacer. Gradualmente me estaba convirtiendo en otra versión de mí. Donde antes solían estar mis juguetes, ahora habían paquetes de pañales con diferentes diseños. Mamá se había molestado en conseguir pañales ridículos para niños pequeños. "Así te verás mejor, ¿No te encantan? Este tiene un dinosaurio". Pensaba que a este punto por lo menos podría evitar mojarme durante el día. Ya estaba harto de seguir vistiendo con las viejas faldas y vestidos de Mary. Y además... pronto terminarían las vacaciones de verano. ¿Cómo lo iba a ocultar debajo del uniforme de la secundaria? El tiempo se me estaba terminando. Pensé que lo mejor sería hacer algo para distraerme, así que encendí mi consola de juegos por primera vez en días.
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Mientras me distraía lo suficiente, alcancé a captar el sonido del timbre de la puerta. Ni siquiera me molesté en atender, no podía ver a nadie en mi estado actual, así que no le di importancia -Un error muy grave-.
