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A Taehyung siempre le gustaron las canciones de cuna, pero solo cuando su madre las cantaba mientras acariciaba su cabello hasta que por fin empezaba a sentir sus parpados cada vez más pesados y lograba conciliar el sueño, podía recordar con claridad como el apenas visible rayo de luz de luna se reflejaba en el diminuto espejo que la madre de Taehyung usaba para peinarse, él nunca le dijo a su mamá que esa luz molestaba en sus ojos cada noche, porque cada que su mamá usaba ese espejo se veía bonita después, cuando con sus pequeñas manos se esforzaba por acomodar las florecitas que cortaba su hermano entre el cabello trenzado de su madre. 

Taehyung nunca pudo escabullirse con su hermano a mitad de la noche a explorar la inmensidad del bosque porque el crujir del piso de madera terminaba delatándolos, siempre fueron niños con muchas preguntas y con pocas respuestas.

"Mamá" La delicada voz de Taehyung apenas era audible, mientras daba pequeños toquecitos en el hombro de su madre quien yacía dormida en el piso, y cerca de ella, Namjoon, quien apenas podía respirar por la gripe atacando sus pulmones. A Taehyung le parecía una tortura ver a su madre muriendo, porque, aunque nadie se lo decía, él fue un niño inteligente y observador. El se daba cuenta de las veces que su madre pasaba noches sudando frio y sangrando en donde la marca de su padre estaba, temblando y aún así, acariciando el cabello de sus cachorros.

Para ser un niño de seis años, Taehyung sentía que podía acabar con cualquiera que atacara a lo que más quería en su vida o a quien osara en interrumpir la paz de su pequeño mundo; su casita de madera, su hermano y la pequeña muñeca de trapo sucia a la que le daba un beso de buenas noches antes de caer dormido.

"Mi amor" La omega levanta la cabeza lo más que sus fuerzas se lo permiten. "¿Tuviste una pesadilla?"

"No puedo dormir" El pequeño Taehyung se sienta con las piernas cruzadas frente a su madre y Chungha hace todo lo posible por mantener sus ojos abiertos a pesar de sentir que está apunto de desmayarse con la marca de su alfa ardiendo.

"Cuenta ovejas entonces, Tae" 

El pequeño rostro de Namjoon apenas hace un gesto al sentir movimiento a su alrededor, puede ver que está sudando y seguramente ardiendo en fiebre pues los paños mojados no han surtido el efecto esperado en el cachorro.

"Mamá, no quiero contar ovejas, quiero devorarlas. Creo que seré un alfa mamá." Taehyung sonríe y aunque le faltan un par de dientes, tiene la sonrisa más bonita del mundo y hace a su madre reír el saber que su hijo es un soñador. "¿Papá era un buen alfa?"

"Tu padre fué el mejor alfa que pude haber conocido" La tristeza en los ojos de Chungha y las lagrimas amenazando con salir son suficientes para que Taehyung se de cuenta que tal vez no debió hablar de eso con su madre, pero no se detiene a preguntar.

"¿Crees que yo seré un buen alfa?" Taehyung se acerca y acaricia la pálida mejilla de su madre, quien ha empezado a llorar pero sigue sonriendo.

"Serás mejor que tu padre, mi cachorro." Taehyung sonríe amplio y sus mejillas ahora están teñidas de rosa aunque es casi imposible de notar, pues la luz apenas alcanza a iluminar a su madre. "Naciste para ser un líder, ten paciencia y llegará a ti todo lo que mereces."

Taehyung se acerca a su madre y le da calor de inmediato, no solo físicamente, también lo hace en el alma. Chungha abraza su pequeño cuerpo y besa la frente de su cachorro mientras éste se remueve en su lugar. "Prometo que nunca abandonaré a mi omega como papá lo hizo, mamá. Seré un buen alfa para mi omega"

"Si, mi amor." Chungha puede sentir literalmente su marca arder, le quema en todo el cuerpo la ausencia de su alfa y teme morir y dejar a sus pequeños solos, pero lucha con todas sus fuerzas para mantenerse con vida. "El alfa Kim Taehyung...se escucha bonito, ¿no lo crees?"

EVEN IF I DIE - KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora