《Capítulo 8》

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《잘못》

La música sonaba fuertemente, las personas me empujaban y manos rozaban algunas parte de mi cuerpo, pero ignoré todo aquello y me centré en el chico que se abría paso entre la multitud con dos vasos llenos de alcohol en las manos.

Pudo llegar hasta mí y me entregó la bebida. Le agradecí con un asentimiento y tomé de ella mientras mi cintura se movía al ritmo de la enérgica melodía.

Él, sin previo aviso, colocó sus manos alrededor de mi cadera. Sin saber porqué, sonreí. Tal vez era producto del alcohol que circulaba por todo mi sistema.

ㅡMe gusta cuando ríes ㅡsusurró en mi oído, haciendo que nos acercáramos más.

ㅡA mi me gustas tú ㅡsolté arrastrando las palabras.

Jackson se sonrojó levemente. Le guiñé un ojo de manera juguetona y terminé mi bebida de un trago.

Me acerqué al muchacho frente a mí y comenzamos a bailar. Enlacé mis brazos en su cuello y los suyos fueron a mi cintura.

Cerré los ojos y aspiré su olor a cerveza, sintiendo una mezcla de emociones contradictorias. Tal vez asco o dulzura, alegría o tristeza, rechazo o aceptación. No sabía...

Abrí mis párpados y quedé perplejo frente al pequeño que me miraba con algo de decepción y tristeza. Sin darme cuenta, me separé de Wang y lágrimas cayeron fusionándose con el sudor mientras seguía detallado al rubio de silueta borrosa.

ㅡOye, ¿estás bien? ㅡlas palabras de Jackson me sacaron del trance y le presté atención breves minutos para después guiar mis orbes hacia el mismo punto.

Para mi sorpresa, ya no se encontraba el chico de mejillas abultadas y sonrisa angelical. Lo busqué con desespero mientras daba vueltas en el lugar.

ㅡNam ㅡme llamó el de voz gruesa y me sostuvo de los hombrosㅡ, ¿qué sucede? De pronto te pusiste pálido. ¿Te encuentras bien?

Asentí sin verle y entreabrí mis labios. Pasó un tiempo antes de que alguna palabra escapara de mi boca.

ㅡTengo que ir al baño ㅡavisé y huí del lugar con rapidez.

Entre empujones e insultos, logré llegar y me detuve frente al lavabo. Admiré mi patético reflejo en el espejo.

Mis cabellos estaban revueltos, al igual que mi ropa, pero lo peor era el llanto que seguía dejando un rastro de sufrimiento por mi deteriorado rostro.

ㅡEres miserable, Nam... ㅡmurmuré y abrí la pila para echarme agua en la cara.

Tras refrescarme, volví a detallarme en el vidrio y recreé una sonrisa forzada como me había sugerido mi psicólogo hace un tiempo atrás.

Cuando estés triste, ríe ampliamente. Esto hará que te sientas mejor y alegre.

Un poco de euforia llegó a mi cuerpo, pero se esfumó cuando la puerta del baño se abrió dejando entrar ondas de música y a un joven de robusta complexión.

ㅡJackson... ㅡsusurré viéndolo.

Se acercó y, sin previo aviso, provocó un torbellino de emociones cuando nuestros pecadores labios se unieron con frialdad y tosquedad.

Me estrelló contra el lavamanos. Yo me dejé y seguí el beso manchado de alcohol y culpa, el cual iba sucumbiendo ante la lujuria y el placer.

Me elevó con agilidad y enlacé mis piernas en su cintura. Guió una fila de chupones desde mi boca hasta el cuello y se detuvo en mi clavícula, donde creó moretones y mordidas.

Me sometí ante su ágil lengua y solté pequeños gemidos que hicieron eco por la, poco pulcra, habitación. Aunque el momento no duró mucho...

Entreabrí mis ojos, quedando sorprendido de nuevo ante la imagen bañada en lágrimas frente a mí. Park pronunció unas palabras que jamás llegué a oír y desapareció volviéndose polvo.

Separé con brusquedad el cuerpo que seguía besándome y caminé hacia la salida, no sin antes recibir maldiciones de aquellos labios que había besado.

Tras salir del baño, una presión se creó en mi pecho. Las luces de la discoteca se distorsionaban frente a mis ojos y los rostros de los presentes se disfiguraban creando demonios imaginarios.

Llevé una mano a la cabeza para controlar el mareo que comenzaba a azotar mi cuerpo. Me apresuré en ir hacia la salida, la cual se volvía ante mi subciciente más lejana cada vez que daba un paso.

Suspiré fuertemente una vez estuve en las escaleras y guíe mis pies hacia cualquier sitio.

La noche era más fría de lo normal y los árboles mostraban sus grises hojas juntos al negro de las coloridas flores. Mis piernas pesaban, mi respiración no se regulaba y la culpa me carcomía sin piedad.

¿¡Cómo pudiste hacer eso!? ¿¡Le has sido infiel a Jimin!? ¡¡Eres un traidor!!

Esas eran las únicas palabras que golpeaban mi mente sin descanso. Me detuve con una sonrisa ladida al admirar el paisaje tan conocido y nostálgico ante los recuerdos.

Para muchos podía significar un simple puente en la inmensa ciudad, pero para mí era mucho más que cimientos y calle para que transitaran los autos.

En este sitio vi por primera vez a aquel chico de tez blanca y ojos almendra. Este lugar marcó el principio de la historia más amarga y dulce que un mal poeta como yo podía vivir.

Recuerdo cuando nuestros ojos coincidieron en el resplandor de la luna solitaria. Nos observamos por breves segundos debido a que su atención fue guiada al castaño alto que le acompañaba aquel día.

Después de nuestro inesperado y, en aquel entonces, para nada especial encuentro, no nos volvimos a ver. Así transcurrieron varios meses, hasta que nuestros caminos coincidieron en la universidad. Desde el momento en que tuve el placer de volver a admirar sus orbes pardos tras que pasara por la inmensa puerta del instituto, mi corazón fue apresado en la jaula del amor verdadero y mis ojos sólo podían seguir al muchacho de tierna sonrisa...

Contube el aire en mis pulmones y di cortos pasos hacia la barandilla. Admiré el río tranquilo bajo el puente y me cuestioné el porqué de ese color tan negro que hacía presencia.

Elevé mi cuerpo ante el metal y me posicioné en el borde del peligro. El llanto comenzaba a surcar otra vez y, cuando la pequeño gota salada cayó al agujero de mi alma, dejé caer toda la tristeza en el agua.

Mi cuerpo se hundió y, por breves segundos, sentí que esa era la salida para olvidar todo el dolor, junto a aquel rostro de mejillas abultadas.

Cerré los párpados y permití que el aire escapara de mí... Sin embargo...

Esa no era la salida.

Spring Day || NamMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora