Narrador
Despertó sintiéndose más diminuto y sin las suaves manos de su esposa sobre su torso, se estremeció por el frío que sentía sin ella, después de todo tanto tiempo junto a ella había hecho que se acostumbré a su tacto todas las noches y las mañanas antes de irse a entrenar.Un momento. ¿Sin el tacto de su esposa?
Se levantó alerta, su esposa nunca se levantaba sin avisarle antes, ¿Por que carajo se sentía diminuto? ¡Tenia 33 años y una familia como para andar pensando en esas idioteces!
Se calló al suelo notando que esa no era su casa, ni su habitación, mucho menos su cama, al contrario era la cama de su habitación en la residencia que ocupaba junto a sus compañeros cuando tenían 17 o 16 años, casi ni la recordaba, vaya a saber Dios que hacía en ese lugar.
Katsuki: Carajo -dijo para luego de unos minutos tocarse el cuello extrañando el lenguetazo que le daba su esposa cuando decía esas palabras frente a su hija, se fijo en la fecha y la hora, Lunes 5 de Octubre, 09:05 AM, demasiado tarde, se cambió por algo decente, en esa epoca se levantaba a entrenar todos lo días, pero esta vez haría una excepción para saber por que mierda estaba ahí-
Tomo su uniforme y bajó por el ascensor hasta llegar a la planta donde su esposa dormía junto a la cara redonda, toco la puerta para luego escuchar una especie de caída y luego el pestillo, recordaba que ella no podía dormir segura sin tener el pestillo, fue arrastrado adentro de la habitación por la peli-verde que la ocupaba, para que luego la misma serrara la puerta nuevamente con pestillo, mientras él colocaba su uniforme en la cama de la chica.
Tsuyu: Katsuki-kun, dime que es un sueño -dijo apollandose en la puerta y viendo el ceño fruncido de su esposo, recordaba que en esa epoca no era muy sereno que digamos, ni tampoco en su tiempo normal pero no es como si fuera a cambiar-
Katsuki: ¡¿Y YO COMO MIERDA VOY A SABER?!
Tsuyu: ¡NO ME GRITES! -puede que tanto tiempo conviviendo con él le allá afectado al carácter, además si él quería gritar ella podía gritar más fuerte-
Katsuki: ¡OBLIGAME!
Tsuyu: ¡TE ESTOY OBLIGANDO!
Katsuki: ¡PUES NO FUNCIONA!
Tsuyu: ¡POR QUE NO ES MOMENTO PARA PELEAR!
Katsuki: ¡¿ENTONCES POR QUE ESTAMOS PELEANDO?!
Tsuyu: ¡Y YO QUE SE! -ambos callaron cuando escucharon unos golpes en la puerta de la peli-verde- ¿Si? ¿Sucedio algo, kero?
???: Tsuyu-chan, ¿Te sientes bien? Tus gritos de escuchan hasta mi habitación, y eso que tu nunca gritas -dijo haciendo que el rubio cenizo que estaba junto a la peli-verde, se cruzara de brazos para levantar las cejas divertido-
Tsuyu: Si, lo siento Mina-chan, kero, hoy no me desperté muy cómoda que digamos, pero no es importante, vuelve a descansar, te prometo no gritar -luego de escuchar un "Esta bien" del otro lado fulmino al rubio, el cual la miraba divertido- ¿Te parece divertido? -dijo ya sin gritar sentándose en la cama-
Katsuki: Bastante, bebé -dijo sentándose a su lado y haciéndola bufar-
Tsuyu: ¿Recuerdas algo?
Kasuki: Un poco, recuerdo que estábamos en medio de una pelea y Mizumi estaba con la vieja, el desgraciado con el que estábamos peleando dijo algo... y enos aquí
Tsuyu: ¿Crees que Mizumi-chan este bien?
Katsuki: Es bastante poderosa, además de que es tu hija, y por si fuera poco mía también, eso la hace increíble -dijo con orgullo recordando a una rubia cenizo de cabello largo y lacio y ojos rojos, su pequeña princesa-