¿MI ESTUPIDO HERMANASTRO ES UN PLAYBOY? | ✏

2 • Regalos, fiesta, alcohol y ¿sexo?.

Luego de la rabieta de Patrick, mi momento con los chicos se vio interrumpido por mi madre, quien pegó un grito llamandome desde la casa y yo con mucho pesar me salí de la piscina.

—¿Qué?. —Pregunto tras aparecer en la cocina. Hay varias bolsas de tiendas de ropa, perfumería, zapatería etc etc encima del comedor.

—Sé que dije que no iba a comprarte nada pero como siempre me resultó imposible.

Que raro. -Notese el sarcasmo-.

—¿Me compraste ropa?. —Pregunto al ver la marca en las bolsas de papel color negro.

—Sí. Creo que hice un buen trabajo. —Dice sonriendo con satisfacción poniendo sus manos en jarra.

—Mmmm. —Emito entrecertando los ojos hacia ella mientras abro la primera bolsa y saco un par de zapatos estilo deportivo pero muy hermosos en color blanco.

Emocionada con un comienzo tan bueno sigo abriendo bolsas y realmente todo me encantó. Pantalones, crops tops, camisetas, collares e incluso maquillaje.

—Te luciste, mamá. Gracias. —Le digo sonriente.

—Hay una cosa más… —Anuncia sacando una cajita rectangular de su cartera.

—¡Noo!. ¡¿En serio?!. —La tomo entre mis manos admirandola y destapandola.

—Siempre te la pasas quejandote de tu teléfono, ¿no?. La idea fue de George, así que agradecele.

Tenia que cagarme el momento tratandome como a niña de 8 años.

—Muchas gracias. —Agradezco sonriendo al hombre a su lado, cuya presencia la había pasado por alto. Este solo me sonrie y asiente con la cabeza una vez.

—Veo que ya conociste a los amigos de mi hijo.

—¿Eh?. —George apunta por el ventanal hacia la piscina y volteo mirando a los chicos. —Ah, sí.

—¿Dónde esta Patrick?. —Pregunta este y yo me encojo de hombros.

—Se fue molesto hace rato. —Digo.

—¿Molesto?. ¿Qué le hiciste?. —Interroga mi madre y yo ruedo los ojos.

—¡Nada!. —Digo a la defensiva.

—Tranquila, cariño... —Dice George poniendole una mano en el hombro a mi madre. —Patrick lleva días molesto. No es culpa de ella.

—Sí… Tranquila, cariño. —Digo hacia mi madre con las cejas alzadas y burla en mi voz. Ella me fulmina con la mirada pero yo rio.

—Bueno. Anda a tu cuarto a arreglar todo eso. ¡Y es a arreglar!, no a dejarlo tirado por ahí. —Añade cuando me encamino a las escaleras sin protestar.

—No te prometo nada. —Digo con naturalidad siguiendo mi camino.

—¡Ruby!.

Suelto una amplia carcajada mientras corro hacia las escaleras y subo hasta mi cuarto.

Meto las bolsas en el closet y cierro la puerta.

—Listo eso. Ahora…

Me lanzo en la cama con mi nuevo teléfono en mano, lista para encenderlo y comenzar a pasar toda la informacion de uno a otro sin importarme seguir con el traje de baño puesto.

•☆•

Cuando termino, veo que son las 7 de la noche. No he almorzado ni cenado y tampoco bebido nada. Solo he ido dos veces al baño.

Me quedé horas extra descargando música y aplicaciones y no me di cuenta cuándo oscureció.

Trato de levantarme de la cama y siento todo mi cuerpo entumecido.