Capitulo 2

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Desde aquel día Minato se las arreglaba para aparecerse sin falta en el parque justo a la hora y día que lo hacia Fugaku con su pequeño hijo, el Uchiha se volvió más cauteloso después de un par de encuentros casuales pues era demasiado extraño verlo en cada salida que hacía con Itachi; intentó salir en un horario distinto pero el rubio siempre estaba allí sin falta, no importaba que cambio hiciese, Minato siempre estaba allí con una gran sonrisa. Después de demasiadas coincidencias Fugaku confrontó al rubio pues no se sentía cómodo con que un extraño se le acercara tanto a su retoño, Minato al recibir la queja del Uchiha titubeó unos segundos y finalmente soltó lo que sentía; Fugaku en aquella ocasión no correspondió en lo absoluto y se marchó de allí tras insultar al rubio.

Minato estaba frustrado pues Fugaku había mal interpretado lo que le había dicho, aunque tampoco había usado las palabras adecuadas y no se había expresado bien tampoco así que no culpaba al Uchiha por haberlo llamado afeminado.

Más tarde ese día llamó a Kakashi para preguntarle sobre lo que había averiguado de Fugaku, el menor llegó ese día con las manos vacías pues el Uchiha lo había pillado y además de eso le había amenazado, Minato al quedarse sin opciones decidió buscar a Óbito, sabía que no era la mejor opción porque era parte del clan Uchiha, pero no tenia de otra, si había alguien que supiera todo sobre Fugaku ese era Óbito. Tras citarlo y conversar un poco con él, se dio cuenta de que el líder de los Uchiha vivía agobiado y presionado por los demás miembros y que además ya casi no tenía tiempo para su familia; sonrió amable a Óbito y dejo que se fuera, pues ya había encontrado la forma de acercarse a Fugaku.

Los días pasaron y Minato ya tenía todo planeado, cuando vio al Uchiha salir de su casa y dirigirse al parque con su hijo movilizó a Kakashi y a Óbito. Una vez que Fugaku se hubo sentado a ver como su hijo se quedaba de pie en medio de los juegos sin mover un solo musculo, Minato apareció, le bloqueó el campo de visión parándose frente al Uchiha y comenzó a distraerlo mientras Kakashi se llevaba lejos a Itachi, el pequeño infante rompió a llorar en cuanto el peliblanco le puso una mano encima, sin embargo, Óbito reaccionó lo suficientemente rápido como para taparle la boca y sacarlo de allí para llevárselo junto a Kakashi a casa de este. Para cuando Fugaku por fin logró apartar al rubio Itachi ya no estaba, se puso de pie alterado pues su hijo nunca se movía de allí, caminó por todo el lugar llamándolo y al no recibir respuesta tomo por el cuello al rubio y amenazó: Si no me regresas a mi hijo te mataré -- Minato se soltó del agarre y respondió: Tranquilo... Itachi está bien... pero eso podría cambiar si no aceptas mis condiciones -- el Uchiha lo soltó no teniendo alternativa, se cruzó de brazos y tras pensarlo varios segundos, le apuntó al cuello con un kunai y amenazó: Si no me lo dices te lo sacare a golpes... -- el rubio apartó el arma blanca y absolutamente serio dijo: Si no aceptas lo mataré... así de simple... solo doy la señal y tu hijo dejara de respirar... así que toma en serio lo que digo -- Fugaku retrocedió y a regaña dientes preguntó: Bien... ¿cuáles son tus condiciones? --Minato lo miró a los ojos y dijo: Lo que quiero es que salgas conmigo cuando yo quiera y cada vez que te lo pida... de no cumplirme... me llevare a tu hijo y lo asesinaré -- el Uchiha suspiró algo molesto por la propuesta pero terminó por aceptar los términos del rubio, desvió la mirada y más tranquilo preguntó: ¿Dónde está Itachi? -- el rubio añadió: Pierde cuidado, estará en tu casa sano y salvo en cuanto nuestra cita de hoy haya terminado -- Fugaku se cruzó de brazos incómodo y acompañó a Minato a donde este quería ir, después de todo la vida de su hijo estaba en juego.

Mientras Minato sacaba de sus casillas a Fugaku con palabras dulces y excesiva amabilidad; Kakashi y Óbito perseguían al pequeño Itachi por toda la casa del peliblanco para que no fuera a ningún lado, sorprendentemente un infante de casi dos años logró agotar y burlar a dos Gennin de 12 años que al final lograron mantenerlo tranquilo tras descubrir que tenía una debilidad por los dulces.

Después varias horas y muchas golosinas de por medio, por fin Minato los llamó avisando que ya podían llevar a Itachi a su casa, Kakashi suspiró agotado y avisó a Óbito para que se llevara al menor de regreso a la villa Uchiha, el azabache se levantó del suelo, tomo a Itachi de la mano y se lo llevó de allí arrastrando los pies pues estaba cansado por haber perseguido al infante de arriba abajo por horas, Itachi lejos de estar cansado se soltó del agarre de Óbito y salió corriendo de allí mientras buscaba con la mirada algo conocido que lo ayudara a regresar con su padre, el otro Uchiha al ver a su siguiente líder correr salió tras el logrando alcanzarlo y atraparlo en cuanto el infante se detuvo por un animal salvaje que lo paralizó del miedo, Óbito cubrió a Itachi con su cuerpo y ahuyentó al animal con el jutsu bola de fuego, el menor aun atemorizado se sostuvo de la mano del muchacho que lo abrazó y le dijo: Vamos... te llevare con tu padre... y todo va a estar bien.

De regreso al territorio de los Uchiha, Fugaku era acompañado por Minato que le sostenía la mano con fuerza, renegó entre dientes por aquello y preguntó tratando de no sonar grosero: ¿Cuándo vas a estar satisfecho? -- el rubio le respondió: Cuando me des un beso... -- el Uchiha se hizo para atrás y mostró total desagrado a lo que Minato solicitaba, el rubio rió burlón y añadió: Vamos... no creerás en serio que quiero que me beses... -- el castaño se encogió de hombros incómodo y desvió la mirada hacia otro lado, el rubio lo jaló de la mano, le besó la mejilla y susurró a su oído: En algún momento lo harás voluntariamente -- el Uchiha se giró sintiéndose ofendido y se soltó del agarre, Minato le guiñó el ojo y se marchó antes de que el castaño pudiese decirle algo.

Incómodo por el beso de otro hombre caminó hacia su hogar cabizbajo pensando en cómo zafarse de las garras de aquel sujeto tan manipulador, y más importante aún como evitar las represalias al conseguirlo; a medio camino hacia su casa, un joven miembro del clan pasó corriendo por su lado casi haciéndolo tropezar, el menor avergonzado se inclinó, se disculpó con torpeza y siguió su camino, el castaño negó con la cabeza algo molesto y continuó caminando hacia su residencia. Al llegar Itachi estaba sentado en el pórtico jugando con algunos peluches y un par de legos, aliviado de que estuviera a salvo y fuera de peligro, lo levantó y lo abrazó con fuerza pues lo que menos quería era que su hijo saliera lastimado a manos de un sujeto manipulador y obsesionado con él.

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