1.- Primer mes

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Felix estaba caminando alegremente hasta una farmacia cerca de su hogar, con sus cabellos lila golpeando suavemente su frente. Él estaba algo emocionado al creer que estaba embarazado; su olor a fresas y moras era dulcemente esparcido por todos los lugares, sin embargo, el hecho de tener una marca en su cuello no dejaba que ningún tonto alfa se acercara hasta donde estaba él. Daba saltitos de vez en cuando, y sus manos escondidas por ese gran suéter no paraban de entrelazarse y jugar entre sí. Estaba tan feliz que no se dio cuenta cuando estuvo al frente de una farmacia.

Entró con cuidado y algo de timidez hasta posarse ante una linda beta, quien le sonrió al verlo.

-Hola. -Susurró cohibido ante esa joven chica.

-Hola, ¿En qué te puedo ayudar? -Inquirió, sintiendo su pecho oprimirse ante la dulce sensación que le provocaba ese lindo omega tan tímido. "Quien sea su alfa debe ser muy afortunado", pensó, y es que ese adorable omega era algo más que una cosita linda.

-Yo, uhm... Quiero, quiero una prueba de embarazo. -Susurró, con sus mejillas rojas y sus manos sudando gracias al nerviosismo.

-Enseguida. -Sonrió efusivamente, empezando a buscar una prueba de embarazo para el omega que estaba al frente suyo -Así que, ¿Crees que estás esperando un cachorro? -Divagó la linda beta.

Sus mejillas se pusieron aún más rojas y cabizbajo respondió -Eso creo -Sonrió con más confianza -. Es que he empezado a tener algunos síntomas y pues yo creo que tal vez sí. -Contó emocionado.

-Entonces te recomiendo esta, casi nunca falla. -Le entregó una prueba de embarazo en una bolsita farmacéutica y Felix la tomó sonriendo. Pagó y salió de la farmacia para emprender camino hacia su hogar. Dios, él realmente estaba feliz, quería un bebé... o quizás dos. La más remota posibilidad de tener uno le hacía sentir tan feliz que su corazón no cabía en su pecho.

Aún recuerda bien cómo fue que se encontró con ese alfa imponente y de aroma a menta y chocolate. Él realmente había quedado flechado.

Su historia comenzó en su inicio de la universidad, ese imponente alfa iba algunos semestres más adelante que él, los dos estudiando medicina.

Ese día, Felix estaba corriendo por los pasillos de la universidad, y es que ciertamente quedarse viendo películas románticas hasta la madrugada no era buena idea si al siguiente día tenía clases, y pues en esos instantes estaba realmente atrasado y él no era de ese tipo de chicos que le da poca importancia a las cosas. Sin embargo, al estar corriendo descontroladamente por el pasillo, sin querer chocó con la espalda fuerte y fornida de un alfa, él creyó que lo regañaría e incluso podría llegar hasta pegarle, mas el gran e imponente alfa Hwang HyunJin no era los de ese tipo. En su hogar le habían enseñado que los omegas no eran ningún juguete sexual o algún sirviente que tenía que hacer todo lo que un alfa decía, le enseñaron que los omegas pueden desatarse en varios ámbitos y no solo quedarse en casa limpiando y cuidando cachorros; los omegas pueden ser iguales e incluso mejores que los alfas en ámbitos de inteligencia y habilidades. Entonces, el ver a ese omega algo asustado -ya que así le indicaba su aroma- le causó ternura, así que lo único que pudo decirle es que estaba bien y que a cualquiera le ocurre un accidente.

Felix se calmó al instante y desprendió su aroma natural, cautivando de manera inmediata al alfa. El omega de cabellos lila le dio una de esas lindas sonrisas en las que sus ojos se achinaban y sus pequitas parecían relucir, y se fue caminando feliz sin importarle haber perdido su clase en el transcurso, ya que haber conocido a tan caballeroso alfa valió la pena.

Así transcurrieron los días, se veían y saludaban, era inevitable pensar que se gustaban, ya que cuando estaban juntos las feromonas de felicidad de ambos salían disparadas, pero había algo extraño; cada vez que HyunJin invitaba a salir al lindo omega, este siempre lo rechazaba. En su linda cabecita solo cabía la idea de que si HyunJin realmente lo quería lo esperaría. Así fue como estuvo cortejándolo por más de un año hasta que al fin el testarudo omega accedió a una cita con él, luego de eso un lindo noviazgo, sin embargo, HyunJin no lo marcó hasta que los dos terminaron la universidad, y como HyunJin había terminado un poco antes, consiguió un trabajo para luego vivir juntos en un bonito y espacioso departamento, y más tarde en una linda y enorme casa. Se enamoraron de una manera tan transparente que habían contraído matrimonio y apenas llevaban algunos meses como esposos, pero ya más de dos años conviviendo como pareja.

Nuestro Bebé | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ 『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora