Nuestro Bebé | ʰʸᵘⁿˡⁱˣ 『𝗔𝗗𝗔𝗣𝗧𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡』

3.- Tercer mes

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana y el auto de HyunJin se aparcaba en las afueras de su gran hogar, decir que llegaba tarde del trabajo sería una gran excusa, sin embargo, era lo contrario, ya que su lindo omega había despertado con antojo de salmón a eso de las dos de la mañana. HyunJin había insistido en que se lo compraría en la mañana, pero no pudo resistirse a los lindos pucheros y las lágrimas que iban a abandonar los ojitos color avellana de Felix, quien los últimos tres meses había aumentado su apetito y con esto sus antojos que pasaban de simples chocolates en las tardes, a salmón en la madrugada.

Aparcó su auto al lado del de Felix que estaba bastante tiempo sin usar por la idea de su omega sobre caminar más. Bajó de este con una bolsa en su mano que llevaba algo de salmón ¿De dónde lo había conseguido? Esa era una gran pregunta, pues tuvo que llamar a su amigo ChangBin, que por coincidencia era pareja de SeungMin, quien enseguida dijo que lo ayudaría ya que ellos tenían algo de salmón en su pequeña -gran y variada- cocina. Al llegar a casa de su amigo ChangBin, SeungMin le entregó algo de salmón apenas cocinado y le explicó que en los primero meses y si quería seguir vivo era mejor atender las necesidades de su omega y también le aconsejó que por nada del mundo le dijera loco, así que en esos instantes estaba calentando el platillo de SeungMin para llevarlo con su omega y que este se calmara.

Sirvió el salmón en un plato, pero antes de siquiera poder llevar al cuarto donde esperaba su omega unos pequeños brazos lo abrazaron desde la espalda. Giró sin romper el abrazo para encontrar a su omega con las mejillas sonrojadas y restos de lágrimas en sus mejillas.

—Bebé ¿Qué ocurrió? ¿Por qué lloras? —Limpió sus lágrimas besando sus párpados suavemente y acunó su rostro para que su lindo omega lo mirara a los ojos.

—Es que Jinnie, yo-yo creí que te habías enojado conmigo por levantarte tan temprano y-y pensé que habías ido a una de las casas de tus amigos y... —Un beso calló sus hipidos sintiendo la tierna lengua de su alfa delinea su labio inferior, separándose sin romper el contacto visual, mientras se perdía en los lindos ojos negros de su alfa.

—Está bien, amor, yo no te dejaría. —Dijo acariciando la espalda de su omega en un reconfortante abrazo, otra cosa más de los embarazos era que, quienes estaban en estado se volvían más sensibles ante cualquier situación, así que HyunJin tenía que ser muy paciente con su hermoso omega el cual se encontraba sensible y debía ser muy cuidadoso con todo lo que hiciera —Además, encontré lo que me pediste ¿Puedes creerlo? —Susurró aún abrazándolo ¿Cómo es que su omega siquiera había tenido un pensamiento tan irreal como lo es que HyunJin lo dejaría?

Felix sonrió y abrazó más a su alfa escondiendo su linda y respingada nariz en la curvatura de su cuello —Te amo, mucho, mucho, HyunJinnie.

—Y yo te amo mucho más, cariño. —Dejó un beso en esa linda cabellera lila —Ahora vamos arriba, tienes que comer, mi bebé. —Felix asintió más calmado empezando a subir hacia la segunda planta, observando las fotos en donde se dieron su primer beso. Sí, aún lo recuerda bien, era primavera, la tarde estaba algo calurosa y una de sus tantas salidas se hacía presente. En esos años aún no eran nada, pero era obvio que se gustaban, porque esos sonrojos y sutiles caricias no pasaban desapercibidas, entonces, después de comer un helado, se dirigieron a un parque en el centro de la ciudad, caminando juntos y bastante pegados terminaron sentados observando el atardecer. Conversando animadamente fue cuando los ojos de HyunJin miraron más allá de su pequeña naricita y entonces sus rostros se acercaron uniendo sus labios en un inocente beso ¿Cómo resistirse a esos labios rosados y esponjosos si era la persona que le gustaba? En aquel momento un flash resonó por el lugar y Felix pudo apreciar a un beta tomando una fotografía de ellos dos. Al inicio se excusó diciendo que era una escena digna de admirar y por lo tanto los fotografió, y luego de eso les dio la fotografía como recuerdo. Los dos estuvieron muy agradecidos porque muy pocas personas tenían fotos del momento exacto en el que ocurría su primer beso y más si este era su pareja con la que estaba esperando un cachorro.