Trece ¹³

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—Señora Huening, ¿está usted ocupada? —preguntó Ryujin sonriendo—Me gustaría hablar con usted. 

— Ryujin, un gusto hablar contigo—contestó la mujer sonando alegre—¿Qué se te ofrece? Estoy con tiempo limitado, pero puedo oírte.

Ryujin caminó por su habitación masajeando su mejilla amoratada, hizo una mueca adolorida; Lia fue demasiado agresiva al momento de golpearla, no le hablaría, estaba molesta. Se sentó en su cama.

—Quería comentarle una situación que está afectándome mucho—Ryujin actuó afligida, como si estuviese a punto de llorar.

—¿Qué ha sucedido? No suenas bien—dijo ella oyendo la voz temblorosa de Ryujin, cayó de inmediato en su mentira.

—Es Hueningkai—soltó tomando aire, torció sus labios disgustada.

—¿Qué hizo él? —preguntó la madre del nombrado con un poco de molesta—Sé cómo es Kai.

Ryujin dejó escapar un sollozo—. No sé si debería decírselo, porque estoy muy confundida, me siento horrible y...

—Ryujin, cariño, ¿qué fue lo que pasó? —interrumpió—Por cómo te oyes siento que ha sido algo terrible.

—No sé de qué forma tomármelo, me duele, señora Huening—dramatizó tanteando su piel hinchada—. No lo creí de Hueningkai.

—Voy a llamarlo. ¿qué te hizo? —escuchó el tono seco de la madre de Hueningkai, mordió su labio—Le diré que se disculpe contigo.

—No es algo que se solucione con disculpas—Ryujin apartó el fleco de su frente—. Él nos ha mentido.

—No estoy comprendiendo que ha hecho mi hijo, ¿podrías ser más específica? —pidió.

—No me gustaría ser yo la que le diga esto, porque sé que es un tema delicado, pero usted es su madre, tiene derecho a saber sobre la vil mentira en la que Kai nos ha envuelto—Ryujin dijo rencorosa.

—Kamal miente mucho, pero dudo que sea con tal de hacer daño, lo he educado muy bien—la madre de Hueningkai estaba segura de lo que decía—¿Qué clase de mentira es?

—Él ha fingido, le ha mentido en sus narices, señora Huening—Ryujin relamió sus labios antes de sonreír.

—Está preocupándome esto.

—Hueningkai no es digno de gozar el reino de Dios—Ryujin dijo—. Él es un maldito pecador.

Citó palabras oías en su casa, por su madre.

—Ryujin—recriminó molesta la señora Huening—, no me gusta cómo está oyéndose esto, estoy de viaje y no quiero volver antes de tiempo.

—Pero, señora Huening, ¡su hijo está aprovechando que usted no se encuentra en casa para traer gente! —exclamó.

—¿Qué clase de gente ha estado en mi casa? —cuestionó molesta.

—Soobin, el vecino, por ejemplo—murmuró Ryujin—¿Lo conoce?

—Lo hago—soltó con sequedad—. Lo conozco muy bien, un ingrato y aprovechador, le abrí las puertas de mi casa con bondad y resultó ser un engatusador.

—Él...

—Espera, ¿has dicho que él ha estado avecindando en mi casa? —la detuvo—Le dije a Hueningkai que se alejara de ese muchacho, no quiero que sus costumbres se peguen en él.

Ryujin suspiró.

—Es muy tarde, señora Huening—dijo con derrota—. Lo siento, no es su culpa, usted es una mujer impecable, su crianza lo fue. Ha sido culpa de Hueningkai que ha seguido el peor camino sin oír las plegarias, uno que no tiene el perdón.

Mom, I'm gay too.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora