Dos ²

3.8K 273 601
                                    

Por fin el último timbre había sonado para poder irse a su casa, o más bien a casa de Soobin. Guardó sus útiles dentro de la mochila al igual que todos sus compañeros. Él, por su parte, lo hacía rápido para poder marcharse lo más pronto posible, no aguantaba más estar ahí, con más razones si era lunes.

Cerró la mochila y la agarró para colgarla en su pecho, le gustaba llevarla de ese modo, así evitaba lastimarse cuando se caía de bruces contra el suelo. Hecho que sucedía cuatro o seis veces, por día.

Salió hecho un rayo por la puerta del aula, yendo a caminata olímpica por el pasillo, ya que no se podía correr, los rectores lo mandarían a castigo si lo encontraban corriendo.

No buscaba distracciones ahora que estaba apurado para irse a casa de su novio, unas distracciones que tenían nombres y apellidos; Lee Félix, Hwang Hyunjin, Kang Taehyun. Amigos odiosos, si bien no los consideraba los mejores y más cercanos, los definía como parte de su círculo social en la escuela y a veces fuera de ésta, se juntaba con ellos y siempre trataban de invitarlo a salidas.

Los vio a lo lejos hablando, no a todos, al menos a la mayoría. Hizo una mueca dando la vuelta, abortando misión y buscando un plan "B" que le ayudase a salir sin que lo vieran y trataran de engatusarlo para que los acompañara a cualquier destino que tuvieran planeado.

—Vamos, Hueningkai—se dijo a sí mismo localizando a un grupo de chicas caminando y riendo exageradamente fuerte, una buena forma de camuflaje.

Caminó hacia ellas, colocándose a un lado de una muchacha castaña. El grupo de chicas paró al notar su presencia, los cuatro pares de ojos estaban en él, cuestionándolo.

Carraspeó.

—Estoy escondiéndome—les dijo entre dientes—. ¿Les molestaría que me esconda entre ustedes para salir? —sonrió esperando una respuesta—. Seré una más del grupo —aseguró.

—Bien—una de ellas asintió pensativa—¿No eres el niño que tiene el novio extranjero? —preguntó.

—Efectivamente, Soobin dientes de conejo es mi novio—respondió agarrando a dos de las chicas del gancho para caminar encorvado para no ser visto.

—Dientes de conejo—carcajeó la más alta.

—Ahora que eres una de nosotras, debes compartirnos tus secretos—mencionó otra, sonriendo de una forma que asustó a Kai—¿Tu novio te la mete?

Hueningkai hizo una mueca arrugando su nariz, se aseguró de que ya no estuvieran cerca de sus amigos para relajarse y seguir caminando tranquilo.

—Pregunta extraña y repentina, nuestra amistad no ha llegado tan lejos como para compartir ese tipo de información, cochinas—negó el pelinaranjo abriendo uno de los bolsillos de su mochila, sacó su teléfono para enviarle un mensaje a su novio.

—Es importante, sólo vamos a reforzar nuestra nueva amistad—alentó.

Hueningkai hizo una mueca.

—Uhm... Lo dudo, mi novio y yo no tenemos sexo, leemos la biblia los fines de semana—siguió negando, apresurando el paso hasta salir de la escuela, las chicas seguían yendo a su lado, le prestó atención a la pantalla de su teléfono para poder teclearle a Soobin un simple y rápido:

“Esperame en calzones"

“*Guiño guiño*”

—Bueno, amigas de las cuales no sé sus nombres—hizo un ademán en despedida—. No le pregunten a los chicos gays sobre sus vidas privadas, los asustan, como a mí, por favor, no me hablen más—se despidió a la vez que guardaba su teléfono y corría en dirección a casa de Soobin.

Mom, I'm gay too.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora