XIV

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El edificio estaba en su completa oscuridad, completamente silencioso, no había mucho del que hacer y Haseul si tenía mucho que hacer

La mayoría de cosas ya las había hecho, quedarse esos dos minutos con Kahei que convertía en horas si es que no la detenían, ir a hacer sus típicas preguntas hacia Sooyoung, quién rápidamente le contesta con todo lo que dice cada día sin ningún cambio algunos, de repente decía que durmió mucho en la tarde o decía que le pidió a Yerim un plato extra que rápidamente era negado, Haseul tenía que anotar cada una de esas cosas

Ahora estaba total libre en cuanto a lo que su trabajo era, pero ella decidió hacer una visita extra después que Yerim pasara con los almuerzos, tenía que ir a por Jinsoul. Tan solo unos cuántos minutos o tal vez se la pasa hacia una hora, solamente se dejaría llevar acorde a lo que quería conversar con la pelinegra

Haseul ya sabía lo que probablemente se encuentre cuando abra la puerta con la seguridad y así fue, aunque más bruta esta vez. Jinsoul estaba algo enojada y triste, estaba desordenando su habitación, una cosa que ella hacía mucho, aunque lo dejó de hacer cuando la pena consumió gran parte de su vida, ahora lo hacía para liberar muchas emociones y vaya que le funcionaba

—Jinsoul...— Haseul llamó su nombre, lo iba a llamar de nuevo y un libro casi le cae en toda su cabeza, por suerte lo esquivó con éxito —Para Jinsoul, estoy aquí—

—Perdón— entonces paró de tomar cada cosa y lanzarla —Nunca he aprendido a dejar de hacer esto, no tengo nada que hacerle— dejó a un lado algunas cosas que quedaron cerca de ella, a cortos pasos llegó a recostarse en la pared y luego dejó caer su cuerpo hasta el suelo que estaba frío

—Lo sé, Jinsoul. Supongo que es una forma de quitar el estrés, yo no podría hacerlo porque Yerim me mata de la peor forma que encuentre, aunque creo que ella lo haría antes que yo en uno de esos casos— Haseul hablaba mientras repasaba la habitación con sus ojos y el desastre causado

—No te entendí, pero creo que tienes una completa razón— le respondió aferrando las rodillas a su pecho, Haseul no tardó en poner paso hacia su lado y repetir su acción de sentarse en el frío suelo

—Yo venía a hablar contigo por una específica razón— Haseul puso su tema y Jinsoul miró curiosa —Me contaron algo... Seré directa, Jungeun me dijo eso de que gustaba de ti—

—Ah... Eso— Jinsoul se tomó la cabeza pensando en esas palabras escritas una vez más —Yo todavía no sé a qué rayos se refiere, no es que no sepa nada, solo sé que es de personas que son muy especiales para ti—

—No es personas, Jinsoul— comenzó a aclarar Haseul con una sonrisa totalmente sincera —Se trata de una sola persona, te pueden gustar muchas personas en tu vida, aunque solo una es el destino—

—Creo que sabía eso, pero explicate mejor por favor— pidió Jinsoul

—No, en realidad no lo sabes bien, sabes de la existencia, pero no lo has pensado o sentido como que eres parte de eso. Déjame te explico— Haseul se acomodó un poco mejor y acercó su mano hasta tomar la de Jinsoul que reposaba en una de sus piernas —¿Jungeun es quien más pasa en tus pensamientos?, ¿Todo el día si es mucho?—

—Sí— respondió sin dudarlo, ni pensarlo mucho más de un segundo, tampoco sentía vergüenza de admitirlo frente a Haseul que estaba siendo honesta

—Bueno, entonces comenzaré por decirte que Jungeun es tu destino. Ahora lo comprobaremos con unas preguntas— Haseul mientras hablaba, Jinsoul pestañea repetidas veces y trataba de decifrar a qué se está refiriendo con destino —¿Cuánto tienes de pulsaciones cuando Yerim tenía que tomarte esas pulsaciones por cosa médica?— Haseul le levantó una ceja, ella sabía que Jinsoul entiende a qué se refiere, a las preguntas que antes Jungeun hacía, que ahora las hacen las dos amigas o inlcuso llegaba Jiwoo a hacerlas porque estaba aburrida y quería ayudar a algo, también iba a divertirse con la pelinegra

Experiment /LipSoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora