XIV (pt. II)

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"Entonces, vamos a esperar por el día en que puedas salir de aquí y vayas por el amor de Jungeun. Ella está esperando por ti y tú por ella, si te sientes preparada para amar, vamos a pensar positivo de esa forma"

Las palabras de Haseul se repetían en la cabeza de Jinsoul, sonaban tan dulces y la hacía sentir bien, con las esperanzas puestas en ese deseo, de encontrar a Jungeun de nuevo. Sea cual sea el tiempo que le lleve hacerlo, lo logrará y esperaba que dónde sea que se encuentra Jungeun, la esté esperando como ella lo hace

por las calles jungeun caminaba de forma tranquila, fue un día bastante agotador. ¿la razón?

nadie la sabe, solo que era agotador

su casa estaba a solo unos metros y ya quería estar acostada, su casa nunca se había visto tan lejana a solo 30 metros, y tan borrosa también

buscó sus llaves entre su bolsillo, encontrando esta al instante, de repente ella imaginaba que esta era la puerta en el edificio de laboratorios y experimentos, los años trabajando ahí eran muchos y esa costumbre de cada dos minutos estar poniendo su palma y una contraseña para ella fue algo demasiado traumante. al abrir la puerta, se encuentra con su hogar, con los olores a flores y el ambiente silencioso

—¡lippie!— la madre llegó a ella, dándole un abrazo a su hija y brindarle su cariño devuelta a casa

—¿qué pasa, mamá?, ¿por qué tan cariñosa?— preguntó extrañada, su madre no era de recibirla con un abrazo

—¿no sabes qué día es hoy?— ella se separó sonriendo hacia su hija

—no...—

—hoy hace unos cinco años, estabas entrando a trabajar por primera vez, ¿lo recuerdas?— su madre la invitó a pasar, señalando con sus brazos el camino correcto a seguir

—¿y eso qué tiene qué ver?— jungeun dudosa, pasó por el camino y su madre cerró cuando pasó

—que es un día especial. recuerdo que nos mandabas dinero y nosotros eramos felices— una de las razones por las que jungeun entró a ese lugar, dinero para su familia —hoy es un día para que lo celebremos—

—¿celebrarlo?—

—sí, tenemos un regalo para ti, está en tu habitación, puedes ir a buscarlo y apreciarlo. espero que te guste tanto como a nosotros, creemos firmemente en que te gustará y te hará sentir bien de inmediato, olvidando el mal día que tienes— la madre nuevamente hace un camino con sus brazos y ahora señala a la habitación de la hija —¿qué estás esperando?—

lo tomó como una señal, esa forma de decirle, corre ahora por él y no te detengas por nada en el mundo, anda sin mirar atrás y no te devuelvas. casi corrió hasta su habitación, su madre no la seguía, su habitación era como la que tenía en el edificio, simplemente eran sus gustos

apenas entró, lo vio y abrió su boca en asombro. un pez betta estaba nadando en una pecera, era pequeña como para no molestar mucho en la habitación de jungeun. se acercó a la pecera aún con su cara de sorpresa

—¡mamá!— llamó con alegría, sin embargo, no hubo respuestas —esto es simplemente...— casi lloraba

hermoso, eso era lo que jungeun quería decir

se acercó aún más a la pecera, el pez nadaba de forma tranquila, yendo hacia un lado y luego devolviendo en su misma órbita, en forma de un óvalo

—¿jinsoul?— preguntó, ese pez era idéntico al cuál le pertenecía a la transformación de jinsoul —¿eres tú, mi amor?— de alguna forma, se le salió lo último, lo justificaba con que era la emoción

Experiment /LipSoul/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora