IV

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El astro dorado, con el fulgor de su corona

ilumina la ventana de tu alma,

dejando ver lo que encierras, lo que ocultas,

lo que escondes en lo más profundo de tu corazón.


No te escondas, muéstrate como eres,

permite que lluevan las perlas de tus ojos,

deshaciendo el invierno de temor profundo

que habita en el bosque de tu corazón.


Los ríos de palabras expresan tu sentir

y es maravilloso saber qué me quieres decir;

sin embargo, no siempre lo das a conocer

guardando tus pensamientos y sentimientos en lo más profundo de tu ser.


Ven, acércate, déjame explorar el bosque de tu corazón,

permíteme construir una cabaña ahí para habitarla,

bebiendo agua del manantial de tu alma;

alimentándome de los frutos de tu imaginación.


Mi corazón rebosa de alegría;

con la luz de tu mirada ilumina mi alma;

no permitas que esto termine jamás

y juntos llegaremos a la luna y más allá.

Trozos de mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora