Debajo de la Higuera

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Debajo de la higuera

mi corazón descubrí,

te entregué mi alma,

me dejé morir.


En una noche clara,

cuando te conocí

me robaste la mirada,

yo no pude huir.


El viento suave soplaba,

con fuerza renací;

muy sorprendido estabas

al verme de pie junto a ti.


Debajo de la higuera,

con una mano recogí

los frutos de tu alma...

¡quédulce es no vivir!

Trozos de mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora