Unas semanas después de reconocer que me gustabas, mi mamá me dio una noticia.
Una notica bastante... sorprendente.
Me habían invitado a una fiesta. Lo sé, ¿Qué tiene de especial eso? Una fiesta de adolescente común y corriente. Risas, conversaciones triviales y algo de diversión.
Lo sorprendente era quien la organizaba. Tú la conocías, era tu amiga y estudiaba en tu mismo colegio. Así que era muy probable que hubieras recibido la invitación mucho antes que yo, aunque nada seguro puesto que no había hablado del tema contigo. Prefería que fuera una sorpresa aunque también me arriesgaba a la opción de no encontrarte ahí ya que tal vez no tuvieras ganas de ir.
A mi mamá le pareció buena que fuera y me divirtiera un rato, hablando con amigos del pasado. Algo nostálgico, por cierto. Aunque sinceramente mas me emocionaba la idea de que tal vez te viera. Intenté con todas mis fuerzas no ilusionarme demasiado.
Y el día llegó.
Cuando llegué, vi a todos mis antiguos amigos y dios santo, parecía que el tiempo no hubiera pasado. Todos hablábamos animadamente y yo intentaba con todas mis fuerzas ignorar el hecho que tu no estuvieras presente, sentía una horrible desilusión e inmediatamente me vi obligada a disfrazarla con una sonrisa.
No iba a estropear el momento. Ya estaba ahí y hacía tiempo que no los veía, tal vez era la primera y única vez y carajo, iba a aprovecharla al máximo.
No sé cuanto tiempo pasé hablando con mis antiguos amigos, pero de repente escuche una voz en la entrada de la puerta principal. Una voz que yo conocía perfectamente.
Y por primera vez en mucho tiempo, te vi. No en videollamada, no en llamada de voz, no por mensajes. No, estabas ahí, parado con una gran sonrisa en la cara, hablando con un amigo que al parecer habías llegado con él.
Y juro que sentí que el mundo se paralizó y lo único que captaba mi atención eras tú, sólo tú.
Tú no te diste cuenta de mi presencia hasta que te llamaron del lugar en donde la mayoría del lugar estába. Incluida yo.
Debiste ver tu cara, fue muy gracioso ver tu reacción. Primero estuviste sorprendido, luego confundido y finalmente nervioso. Te veías muy tierno.
Hablamos lo necesario, era cierto que habían momentos incómodos, donde no sabía qué decir pero gracias al cielo no éramos los únicos en la sala, habían mas personas que estaban dispuestos a entablar una conversación con nosotros y nos salvaban de aquellos bochornosos momentos. Lamentablemente, ya era hora de irme, pero definitivamente iba a guardar aquella noche en mi memoria.
No fue como imaginaba encontrarme contigo, pero fue bonito hacerlo.
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Querido Ex: (COMPLETA)
Ficção AdolescenteProbablemente nunca leas esto y eso espero. Me sentiría tan avergonzada si alguna vez lo llegaras a leer. Nunca he sido de expresar mis sentamientos mediante una carta, jamás en mi vida lo he hecho y dudo mucho que lo vuelva a hacer. Sin embargo, e...