Capítulo 8: Manos Traviesas.

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Hanna.

Miró nuevamente los planos de un nuevo proyecto que tengo en mente, algo personal, mientras escucho lo que mi jefe de construcción me dice a través del teléfono y yo asiento con cada cosa que dice aunque no pueda verme.

La iluminación en mi pantalla de una nueva llamada entrante hizo que despegará mi vista de los planos y frunciera el ceño porque no conocía este número.

-Richard, tengo que colgarte,tengo que atender una llamada.

-No se preocupe Srita. McCoy. Cuídese, llámeme si necesita alguna otra cosa.- me dice el hombre de 45 años que me ha apoyado desde que comencé con todos estos proyectos.

-¿Si? Hanna McCoy al habla.-Respondo y la voz al otro lado del parlante hace que mi corazón lata rápidamente.

-Srita. McCoy, que gusto poder al fin tener tiempo para escuchar su voz.-sonrio inconscientemente por aquello.

-Hersch- digo más como afirmación que como pregunta.

-No hay otro preciosa.

-Eres un coqueto- digo riendo y el también lo hace.- Por fin puedo hablar contigo ¿A qué se debe su llamado?- le digo viendo mi reloj.

-Te llamaba para cambiar nuestra cita de hoy- la cita, es cierto, no la recordaba.- Tengo una cena con unos amigos y quería saber si...

-Lo siento, pero creo que no podré aceptar- le interrumpo.

-Creo que tienes razón, la idea de mi amigo no es la mejor. ¿En qué estaba pensando?

-Espera, ¿qué? No. No lo digo porque no quiera si no porque no voy a poder.-.le digo y el suelta un pequeño "Oh,ya veo"- Si, es que no recordaba que hoy tengo una cena con unas amigas y esto si que no lo podía cancelar, sería muy malo de mi parte,más cuando casi no las veo.

-No,entiendo totalmente. Podemos agendar para otro día,si quieres claro. Este es mi número,ya sabes,para que lo guardes y eso.-dice divagando un poco.

-Connor,entiendo.- río y veo como Cassandra entra a mi oficina sosteniendo dos vestidos míos.-Oye,te tengo que colgar,pero avísame del plan que tienes en mente.

-Por supuesto que lo haré,promesa.-dice antes de colgar. Veo la pantalla de mi celular unos segundos antes de que Cassandra tosa llamando nuevamente mi atención.

-¿Te interrumpo querida prima?- dice ella sonriéndome de lado.- ¿Esa sonrisa que ví hace unos segundo significa que hay alguien nuevo en tu vida?

-Basta -le digo advirtiéndole- Sabes que hace poco terminé una relación de años,las cosas no son así como así.

-¿Y por que no pueden ser así? Las cosas son fáciles y sencillas, al inepto de Mason no se le hizo difícil buscar a quien le abriera las piernas a la primera. -le miro mal- ¿Que? ¿Por qué te molestas por la verdad? Paulette te lo ha dicho. No me cae bien Mason,jamás lo hizo.

-¡Ay ya Cassie! Eres odiosa cuando tienes la razón y la usas en contra de los demás.-ella sonríe sabiendo que ha ganado nuestra posible discusión.

Veo como se da media vuelta sin dejarme preguntarle el por qué llevaba mis vestidos en sus manos al entrar y suspiro pensando en lo que había dicho,tiene razón, puedo salir si me apetece con cualquier chico, tengo que permitírmelo.

Pienso que me he librado un rato y que tendré un poco de paz pero la vida me quiere decir todo lo contrario cuando mis dos amigas entran sin tocar y a los empujones a mi oficina.

-¡Paulette,no puedes usar un vestido negro para mí boda,eres una de mis damas! ¿Que te sucede? Hanna,¡Diselo!- grita Anabelle señalándola mientras me ve. Paulette por su parte voltea sus ojos y también la señala.

En tus manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora