Yo por ti... [Makoto x Lectora x Haru]

III - Para ella mi amor - Final de Makoto

Ya habían pasado tres días desde que (T/N) se había sentido mal a mitad de la clase y Makoto no se había atrevido a decirle que él había estado cuidándola mientras dormía.

(T/N) estaba caminando hacia la biblioteca cuando se cruzó con su amigo Makoto. Ambos se detuvieron para platicar un momento.

—Te veo muy animada hoy—comentó el joven.

—No es que esté animada, me alegra que la herida de Haru-chan ya haya sanado, me sentía verdaderamente mal por lo que pasó—confesó con la mirada baja.

—Ya veo—contestó Makoto, mirando hacia otro lado—. Oye, (T/N)-chan—ella lo observó curiosa—¿Podrías venir a la azotea después de clases? Hay algo que me gustaría hablar contigo...—la contempló un momento a los ojos.

—Creí que tenías entrenamiento hoy...

—Sí, pero sólo serán unos minutos.

—Entonces está bien—sonrió. A Makoto le dolió el vuelco que dio su corazón.

(T/N) volvió a clase luego de regresar un libro a la biblioteca y se sorprendió al no ver a Tachibana en el salón. Se sentó en su lugar y unos segundos después apareció Haruka por la puerta, la miró un instante y se dirigió a su asiento en silencio.

—Oye... Haru-chan—dijo (T/N) para llamar su atención, tenía poco tiempo antes de que apareciera el Sensei—¿Dónde está Tachibana-kun?

—Dijo que no se sentía muy bien y que iría a la enfermería—(T/N) se sorprendió al oír eso, Makoto no era el tipo de persona que se saltaba las clases. Definitivamente algo extraño le estaba sucediendo.

Makoto estaba en la enfermería, el sólo pensar que se confesaría lo había puesto tan nervioso que a mitad de camino hacia su salón había dejado de moverse, sus piernas no respondían y las manos le temblaban.

La enfermera que pasaba por allí, para dirigirse a su lugar de trabajo, lo reprendió al verlo dando vueltas por el pasillo en vez de estar en clases, pero se dio cuenta que el muchacho estaba paralizado, no se movía en lo absoluto y tenía el rostro colorado.

...

Tal y como le había prometido a Makoto, (T/N) se dirigió a la azotea después de que terminara la última clase. Caminó en silencio por el pasillo, pasó por al lado de la enfermería y se detuvo un momento, corrió la puerta a un lado para verificar si el joven Tachibana se encontraba allí, pero sólo logró que la enfermera la mirara extrañada.

—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?—(T/N) la observó un momento y le explicó su situación—Ah... Tachibana eh...—la mujer puso una posición pensativa—Sí, estuvo aquí hasta hace unos minutos, dijo que tenía que hacer algo muy importante y se fue. Se veía muy nervioso y tenía el rostro completamente rojo, pero tenía una mirada llena de confianza...—la enfermera sonrió enternecida—Por cierto, Tachibana estuvo cuidándote el otro día que te sentías mal, estaba realmente muy preocupado, me pidió que por favor no te dijera nada, pero pienso que tenías que saberlo...

—Ya veo, gracias—antes de que (T/N) cerrara la puerta, la mujer agregó:

—Tachibana es un buen chico—la adolescente sonrió ante ese comentario y se fue. ¡Por supuesto que Tachibana-kun era un buen chico! Ella lo sabía mejor que nadie.

(T/N) corrió hasta la azotea, luego de haber tenido esa charla con la enfermera tenía muchas ganas de ver al castaño, su corazón palpitaba tremendamente en su pecho, se sentía emocionada, muy nerviosa. La puerta estaba frente a ella pero le daba miedo abrirla, sabía que del otro lado estaba Tachibana Makoto, lo sabía y aunque hacía unos segundos quería verlo, ahora su corazón se oprimía con tal fuerza que la asustaba, ¿por qué se sentía así de repente?

Apoyó su mano en el pomo de la puerta y lo giró lentamente, podía oír el chirrido que hacían las bizagras al abrirse y cuando su visión se acostumbró a la luz que había fuera, pudo ver la amplia espalda de su amigo.

—¿Tachibana-kun?—dijo en voz baja, pero debido a que eran los únicos allí, Makoto pudo oírla. Antes de poder decir nada más, él se giró a verla sonriente.

—Me alegra que hayas venido—sonrió más ampliamente.

—¡P-Por supuesto que vendría!—(T/N) notó su voz temblorosa y se preguntó por qué seguía tan nerviosa. Era la primera vez que Makoto se ponía serio y le pedía algo así, ¿qué era lo que quería hablar con ella? A pesar de preguntarse eso una y otra vez, su voz no salía como para decirlo en voz alta.

—Ahora que estás aquí, voy a decirte lo qu-

—¡E-Espera!—lo interrumpió. Makoto se asustó un momento y sintió su rostro acalorado, ¿por qué tenía que interrumpir así? Estaba perfectamente preparado, no contaba con que ella hablara de por medio.—N-No sé si quiero oír lo que dirás—miró el suelo, buscando algunas palabras para expresarse.

—¿Por qué no?—su pecho se oprimía.

—¿Lo que vas a decirme va a cambiar nuestra relación de ahora?—lo miró a los ojos y Makoto se sintió intimidado un segundo.

—Tal vez....—respondió dudando, pero luego se puso serio y su postura cambió también—No, definitivamente cambiará...

(T/N) se sorprendió por el repentino cambio del castaño, lo miró asustada y tragó saliva, se puso derecha y lo observó, estaba dispuesta a oír lo que Makoto tenía pasa decirle.

—Está bien, te escucho—musitó.

Makoto aún seguía serio, respiró profundo y dijo:

—¿P-Podías darte la vuelta?—ella lo contempló confundida. Todo el valor que el joven había reunido se había ido en el instante en que se cruzaron por su mente, las palabras que diría... realmente lo haría. La muchacha se dio media vuelta, dándole la espalda. Él volvió a respirar profundamente y aspiró una gran cantidad de aire—(T/N)-chan... quiero darte mi amor—aún de espaldas, ella se llevó las manos a la boca—Tú me gustas mucho—con el cuerpo temblando como una hoja, se giró levemente para ver el rostro sonrojado del chico—Sé que quién te gusta a ti no soy yo, pero...

—Tachibana-kun—Makoto la miró—Gracias... tus sentimientos me han alcanzado—sonrió. Ambos sonrieron.

—¿Eso quiere decir...?—Makoto comenzó a balbucear cosas que ni él comprendía.

—Sí, seré tu novia si me lo pides—ninguno podía controlar el inesperado sonrojo que los abundaba. "Tachibana-kun" sólo atinó a abrazarla con todas sus fuerzas, no podía decir nada, estaba demasiado feliz, ¿realmente ella le había dicho que sí? ¿No era un sueño, verdad?

—¿Por qué?—preguntó él, lleno de curiosidad.

—¿Por qué, qué?—Makoto la apretó un poco más.

—Pensé que te gustaba Haru...—la voz comenzaba a quebrarse.—Pensé que él...

—Si me gusta Haru-chan, pero una persona hizo que me diera cuenta que Tachibana-kun... No, Mako-chan... Mako-chan me gusta más—el joven se alejó un poco de ella y la miró a los ojos, ella pudo leer perfectamente la mirada del chico que le preguntaba "¿de verdad?". Solamente asintió.

—¿Puedo... besarte?—preguntó avergonzado.

Ella volvió a asentir.