¡No es normal!

¡No es normal que esa noche haya seducido a Zhan-Ge!

Al llegar a su departamento Wang Yibo solo le dijo a su manager que la doctora le había dicho que todo se debe al estrés, obviamente no le iba a decir que estaba embarazado, pues si sonó tan descabellado para él, para su manager sonaría como el mismísimo fin del mundo.

Tomo asiento en el sofá y suspiro una y otra vez tratando de calmar todo lo que sentía pues una felicidad indescriptible estaba apoderada de él, la ilusión llegó en un abrir y cerrar de ojos a su vida.

Cinco semanas de embarazo, la fecha exacta que concuerda con la última vez que Zhan le hizo el amor... Bueno no, no solo le hizo el amor sino que hasta lo dejo embarazado.

Sus mejillas están vivas en un color rosado, esa felicidad que ahora siente nadie se la puede arrebatar.

De pronto recuerda como es que llegó a eso.

Hace 5 semanas exactamente había invitado a Zhan a una cena privada en su departamento, el cuál adorno para la ocasión.

Una mesa redonda en el centro, velas rojas chorreando su cera al ser encendidas, una botella del mejor vino tinto de todo el mundo, una deliciosa cena que obviamente él no preparó, y un arreglo de rosas rojas en juego con las velas.... Muy romántico ¿No?.

Esa noche era la única en la que se podían reunir después de mucho tiempo, sus agendas habían coincido con el departamento que tenía en Shangai.

No hace falta decir que Yibo tiene un departamento propio en cada ciudad que visita así sea por trabajo o por qué luego se le apetece visitar esas ciudades.

Xiao Zhan tampoco es un pobre diablo que anda con él por dinero, ciertamente el también tiene departamentos en cada ciudad que visita, pero obviamente cuando su agenda y la de Yibo se unen prefiere pasarla mejor en el departamento del menor y el suyo solo le sirve para tapar apariencias al día siguiente.

Esa noche era única para ambos después de pasar meses distanciados por el hecho de aquel problema en el que se vio envuelto el mayor, quien en ese entonces estaba más que vigilado por todas las cámaras tanto de seguridad como los paparazzi.

Era tan frustrante para Yibo tener que esperar a que las aguas se calmaran para estar nuevamente con Zhan fugandose a media noche después de una entrega de premios o alguna cita de negocios dónde se encontrarán.

Cuatro, cuatro meses sin estar sin su Zhan-Ge, dos meses y unas semanas antes del cumpleaños de su Gēge y ahí estaba más que nervioso acomodando su cabello castaño recientemente cortado, arreglo sus vestimentas sencillas pero provocativas... Más bien cuando no anda provocando a su Zhan-Ge con su vestimenta, hasta puede usar un par de pantalones sumamente acampanados y holgados y Zhan saltaría sobre él cuál sabueso a un trozo de carne fresca.

Justamente a la hora en que los amantes se encuentran, fue la hora en que la cerradura de su departamento se abrió, las 9:30 en punto.

Y ahí estaba él con un nerviosismo desbordante.

-¡Te extrañe mucho!- abrazó a Xiao Zhan y le dió un beso en la mejilla.

ZhanZhan fue más audaz que él y lo tomo de la cintura mientras tomó sus labios con los suyos para unirlos en una caricia demandante llena de amor y pasión.

-¡Yo te extrañe más!- sonrió con una de esas múltiples sonrisas que hacen que Yibo caiga rendido a sus pies -Pero... ¿Que celebramos?- aún con el cuerpo de Yibo en sus brazos observó la exquisita decoración que Yibo había preparado solamente para él.

-¡Mmm!- el menor pensó un momento mientras sus ojos se clavaban en los almendrados contrarios -¡Quizá celebremos que nuevamente nos volvimos a reencontrar, después de tanto tiempo!- la travesura estaba escrita en la gesticulación de sus labios y en la penetrante mirada de sus ojos.