¡No es normal!

¡El inicio de una vida no tan normal!

—¡Papito Yi!— la pequeña Xiao Li llevaba en sus manos una coronilla de flores y un propósito en mente, que su papá Yibo usará ese anillo de flores en ese día especial.

Wang Yibo pensó que su boda se llevaría a cabo dentro de otros cinco años, si Xiao Zhan espero tanto para pedirle matrimonio, ¿Cuánto no esperaría para fijar una fecha para su boda?.

—¿Que día es nuestra boda?— recuerda que le preguntó con ojos brillantes y algo hinchados por el llanto que soltó ante su gran felicidad.

—En dos meses.

—¡Xiao Zhan una boda no se puede planear en dos meses!... Tengo que ver a mis antiguos diseñadores, mi maquillista, ver dónde será la recepción y...— Zhan lo besó callando sus palabras, los chicos que estaban practicando con su skateboard se fueron cuando se acercaban las 12:00 de la noche, dejándolos solos en su burbuja de aire impregnada en amor.

—No te preocupes demaciado, en cuanto a la recepción te tengo una sorpresa.

Y vaya sorpresa, no esperaba que Xiao Zhan reservará todo en Milán Italia, pero después de todo China no había aprobado el matrimonio igualitario e Italia era una buena opción al igual que Canadá, pero ambos compartían un extraño cariño por el país italiano.

Justamente cuando se dejó de ver en el espejo, su pequeña hija le mostró la cadena de flores unida en una corona.

—¡Papito Yi, usa esto!— estiró sus manitas dándole a Yibo aquel objeto.

Su mamá de él y su suegra sonrieron al ver a la pequeña princesita llevarle tal presente a su papá.

Wang Yibo se sonrojo, ¿Cómo podía usar aquel detalle? —¡Gracias mi amor!— se puso de cuchillas recibiendo las pequeñas flores artificiales y beso la frente de su pequeña.

—Era un secreto, pero yo no quiero que sea un secreto, papá Zhan y yo la hicimos para ti— parpadeo inocentemente y el corazón de Yibo bailó de emoción, ahora entendía el por qué su hija y Zhan habían pasado toda una tarde juntos, su prometido le mintió diciéndole que solo era una tarde de padre e hija, pero la verdad era que habían pasado toda esa tarde haciendo esa corona de flores para él.

No había más remedio, la tenía que usar, no podía defraudar a sus dos grandes amores rechazando tal regalo que hicieron con amor solo para él.

—Viniendo de mis dos grandes tesoros, la usaré— pellizco la mejilla de su hija y se puso de pie.

La niña no guardo sus comentarios y los soltó —Te ves muy guapo papito Yi, papá Zhan también se ve guapo— halagó a sus padres.

—Y tú no te quedas atrás princesa— le sonrió y volvió a mirarse al espejo.

Estaba tan nervioso y ansioso que sus manos sudaban, sus piernas temblaban y su corazón cada vez palpitaba más rápido. —Al menos está vez no me enojaré con A-Yang por mandarme un velo de novia en el traje.

—¿Lo usarás?— su madre se sorprendió.

—No es como si nunca hubiera usado uno, bueno nunca he usado uno de novia, pero recuerdo que una vez tuve una sesión de fotos con uno en color negro— sonrió —Además el accesorio que faltaba está aquí— mostró con delicadeza aquel trabajo de Zhan y Xiao Li.

—Déjame ayudarte— la madre de Zhan intervino y el novio asintió.

La señora Xiao camino hasta la caja cuadrada donde anteriormente estaba el traje blanco de Yibo y donde solamente quedaba el velo.

La niña solo veía atentamente como sus abuelas ayudaban a su figura materna a arreglarse.

Zhan estaba en peores condiciones, sus nervios habían llegado a un nivel muy alto, y es que imaginarse a Yibo vestido para la ocasión le causaba escalofríos y emoción. —Seguramente podría morir hoy— declaró mientras ajustaba un broche en el bolsillo superior de su saco negro.