VI

22 0 0
                                    

No me parece viable normativizar al amor colocando "reglas absolutas e invariables" al sentir, dado que se dan muchas sensibilidades diferentes y algunas de ellas muy atípicas. Existen seres a los que no sería posible aplicarles tus parámetros ni lo que la ciencia estima sobre un promedio estadístico de personas. El verdadero amor no es para el común de la gente, no se mueve en el terreno "promedio" del que la ciencia deriva sus conclusiones dirigidas a ese "promedio" del que las extrae, sino sólo para almas selectas, que sobresalen de entre la masa y se orientan hacia lo superior. El amor no es plebeyo, es aristocrático; no es democrático, es elitista. Las amantes son heroínas que se encumbran por sobre la humanidad y se arrojan hacia el abismo que resplandece sobre ellas. Nada más ajeno al amor, más anti-romántico, que un estadista. Pues el amor, por su naturaleza espiritual, se orienta en el nivel de la cualidad, no en el de la cantidad.

Escritos lésbicos delirantesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora