SONDER (Stray Kids fanfic)

Capítulo 1.a: Un nuevo comienzo

En el último piso de un departamento ubicado en Neto, el distrito más poblado y uno de los muchos que conforman la gran Ciudad Portal, vivía Christopher Bang. Aunque el edificio tenía un aspecto descuidado, con luces y anuncios holográficos a su alrededor, a Bang le encantaba, ya que tenía la mejor vista del sector. A través del gran ventanal, el chico de cabello rizado podía ver como las luces iluminaban la oscura ciudad y le gustaba observar cómo, a cada cierto tiempo, los grandes hologramas cambiaban de forma, como los edificios llegaban hasta las nubes y analizar cada punto que estuviera al alcance de su vista. El interior de su departamento no era la gran cosa, era sólo de un ambiente con lo justo y necesario.

Bang no era una persona que decore mucho, además, él sabía que ese lugar era sólo de paso. El joven desprendía un aire de misterio, cuando sonríe sus ojos se tornaban una línea y transmitía una sensación de paz y amabilidad. Pero cuando no, era una persona totalmente distinta. No sabrías distinguir qué es lo que pasa por su mente. Su intensa mirada era como un muro que te impedía ver más allá. Así como muchos otros, Bang fue mejorado con tecnología de punta. En la parte derecha de su sien hay dos círculos de color celeste, al igual que una línea en su muñeca izquierda formando una pulsera.

El chico, que estaba descansando, se levantó de la cama dejándola un tanto desordenada y se dirigió al computador. Estaba esperando una información importante, así que decidió quedarse ahí. Después de un buen rato, Bang suspiró y se recostó en la silla para dirigir su mirada al techo. Titubeó un momento sobre qué hacer a continuación para luego dirigirse a un baúl que se encontraba pegada a la pared a los pies de su cama, observó las carpetas que se encontraban sobre él y sacó una con un logo celeste. Se sentó a los pies de la cama y la observó por un tiempo. "En esta carpeta se encuentra nuestra primera misión, el juego está por comenzar", pensó Bang. 

Abrió la carpeta y en ella se encontraba una imagen de un hombre de 58 años, una hoja con toda su información personal y algunas otras con información de otras cuatro personas. Había leído y memorizado cada detalle, hasta lo más mínimo, no podía permitirse cometer ningún error. Levantó la vista y giró un poco la cabeza para observar de reojo un pequeño velador que se encontraba junto a su cama. Dejó la carpeta a un lado y se dirigió a él. Sobre el pequeño mueble había una especie de caja blanca del tamaño de un dado, la tomó y el objeto leyó su huella digital. Cuando el misterioso objeto reconoció a su dueño desplegó un holograma, era una imagen en donde se encontraba él con otras ocho personas. Sonrió de lado soltando una pequeña risa ahogada. Analizó por un momento la imagen que tenía en frente, como si estuviera grabando en su memoria cada detalle, cerró los ojos con fuerza para luego dejar el objeto en el lugar donde estaba y volver a la computadora.

Al día siguiente, se levantó temprano para arreglar las cosas. Fue a tomar una ducha para luego comenzar a ordenar sus cosas. Cuando salió, se puso su suéter negro favorito, luego tomó un bolso cruzado y guardó algunos objetos personales, entre ellos una especie de esfera pequeña. 

Miró a su alrededor para asegurarse de que nada se le estuviera olvidando, pero se quedó observando por un rato la gigantesca ciudad, y pensó en el gran recorrido que debía hacer para llegar a su destino. Así que decidió tomar su chaqueta de cuero negra y revisó si estaban las llaves de su motocicleta en el bolsillo. Ahí estaban. Luego tomó su casco y se dirigió a la entrada del departamento. Activó el modo de seguridad y salió para dirigirse a su destino. Bang debía llegar a la comisaría del distrito Busú, el distrito millonario y el centro de Ciudad Portal.

El distrito Busú era el más protegido de todos, por lo que debía ir directamente a la entrada principal. Para poder acceder a ese lugar debías ser familiar de alguno de las personas que vivía en el distrito u obtener un permiso especial que permitiera el acceso y el tránsito liberado dentro de él. Bang tenía conocimiento de la entrada, así que se dirigió directamente a ella.