Capítulo 11.b: El comienzo del fin

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Los blancos azulejos de la gran mansión, como la mayoría de las casas en ese distrito, reflejaban las luces que iluminaban su alrededor. La mansión estaba en el centro de un gran terreno protegido por la más alta de las tecnologías y con hombres armados en cada punto. Prácticamente no había puntos ciegos. Pero había una gran ventaja, la casa se encontraba rodeada de árboles frondosos, los que le permitían ocultarse y acercarse con seguridad.

El chico se afirmó sobre su rodilla y abrió su bolso. Sacó las herramientas necesarias y observó nuevamente el lugar. Contó a los guardias que estaban cerca, eran ocho. Identificó las cámaras que daban al lugar donde estaba y encontró una que estaba apuntando justo a donde se encontraba él escondido. El chico se tocó el intercomunicador que tenía a mano derecha y le habló a la persona del otro lado. Luego sacó un pequeño objeto rectangular y lo dejó en el suelo. El objeto comenzó a transformarse hasta quedar un cuerdo uniforme con patas a su alrededor, parecía una araña.

El objeto comenzó a moverse hasta llegar a la reja electrificada y abrió un pequeño espacio con una herramienta espacial, lo que provocó que el chico sonriera de lado.

- Mientras mayor sea la tecnología, más fácil es entrar. – Escuchó una voz proveniente de su intercomunicador.

Levantó la vista y comenzó a buscar hasta que sus ojos toparon con el pequeño objeto, ya estaba trepando el muro de la casa. Al llegar a la cámara levantó una de sus patas y ésta se transformó de nuevo, la acercó hasta tocar su exterior y su luz parpadeo.

- Listo – Escuchó el chico.

Se puso la mascarilla y activó su visión. Ocultó la mochila entre los matorrales y corrió hasta la cerca eléctrica. Esta no era cualquier tipo de cerca, no tenía alambres, era un muro casi invisible al ojo humano, pero no para los ojos del espía. Sacó el cuchillo de plasma comprimida que tenía en la pierna y le provocó un corte lo suficientemente grande para entrar, pero lo suficientemente pequeño como para que pasara desapercibido.

Lentamente cruzó la cerca y se corrió hasta el muro. Esperó unos segundos y comenzó a avanzar apegado en la pared, llegó a uno de los costados y se agachó detrás de unos matorrales. Miró al suelo, parecía normal, tierra común y corriente. Pero él sabía que no era así. Tocó su sien y sus ojos ahora eran de color verde, analizó el suelo hasta encontrar un pequeño botón mimetizado con la tierra. Lo presionó y una pequeña puerta en el muro, oculta por los matorrales, se abrió.

El chico suspiró y comenzó a moverse. Al momento de entrar la puerta se cerró detrás de él. Para su alivio el pasadizo era grande, podían estar dos personas juntas sin ningún problema.

Comenzó a avanzar por el largo pasillo mientras iba buscando algo en la pantalla de su brazo izquierdo, al encontrar el ícono lo presionó y se desplegó un holomapa en tiempo real. Era el mapa de la casa con un punto celeste parpadeante, era él.

Comenzó a avanzar a paso seguro por el pasillo. Subió una escalera y, al llegar arriba, lo que era un amplio pasillo ahora era uno angosto que apenas cabía una persona. Era de esperarse, no podía haber pasillos tan grandes dentro de las paredes de la casa. No tenía lógica.

Siguió observando el mapa y se detuvo al ver que el punto celeste estaba en un buen lugar. Activó su vista y analizó la pared de roca frente a él hasta encontrar una pieza sobresaliente. La tocó y la pieza se iluminó, necesitaba un código.

- Dame un momento. – Dijo otra voz por el interlocutor. – Deberías ser capaz de abrirla con el código que te voy a enviar al celular.

A los segundos el chico ya tenía el código, acercó el celular al lector y la puerta se abrió lentamente dejando ver una gran habitación, completamente a oscuras. Activó su visión y localizó todos los sensores que había en el lugar, lanzó un pequeño objeto al techo y este bloqueó uno por uno los sensores. Cuando estuvo seguro que no había problemas, cruzó el marco de la puerta secreta y comenzó a avanzar por donde le indicaba el mapa. Con el mismo código del celular abrió la puerta y entró a la habitación, era el despacho.

SONDER (Stray Kids fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora