Jimbert - Time is on my side - El tiempo está de mi lado

VI

Ambos se dirigieron en el auto a la relojería de la familia Plant. El rubio estaba claramente pensativo e inquieto, más que Jimmy, pero el policía pensó que era su turno para desmoronarse, así que decidió ser fuerte para él ahora.

—Tranquilo— le dijo, ganándose su atención—, aquí estaré en cualquier caso— comentó. Robert le sonrió con ternura.

—Lo sé— sus palabras de verdad hacían una diferencia. Estaba convencido de que Jimmy de verdad podía ayudarlo; la carta decía que confiara en él, eso debía hacer. Se quiso convencer de que sería así, pero el peligro se sentía en su interior.

Al llegar a la relojería el padre de Anthony prestaba atención a la radio, donde aún se escuchaban comentarios con respecto al atentado. Ignoró por completo al par que ingresó a la tienda, siendo invitados por Anthony.

—¿En qué te puedo ayudar, Robert?— preguntó, ignorando la luz y el reloj abierto en el que trabajaba y notando nervioso al rubio.

—Quiero saber cómo va la máquina. La necesito ya— aseguró, tratando de adivinar qué podría pasar que evitara que recogiera la máquina.

—Es muy complejo. He estado leyendo sobre viajes en el tiempo, pero hay más ficción que ciencia— explicó—. No estoy seguro de poder generar la electricidad necesaria. Si me dices cómo funciona la máquina puedo hacer la réplica que quieres— pidió.

—Yo no sé cómo funciona— se excusó el rubio.

—Entonces no me apresures— le respondió su abuelo, serio, pero sin sonar hostil.

—¿No dijiste que te tomaría un mes?— lo cuestionó. Anthony abrió la boca para hablar, pero se silenció un segundo más, aguantando una sonrisa.

—Me refería a los libros— señaló la pila que estaba en otro de los escritorios—. No esperabas tener una máquina tan compleja en un mes, ¿o sí? Sería imposible— se encogió de hombros.

—Pero... ¿Cuánto te va a tomar entonces?— cuestionó, elevando ligeramente su tono, sintiendo el estrés apoderarse de él, mientras su abuelo se mostraba tranquilo. No podía esperar más.

—No lo sé, primero tendría que averiguar cómo funciona la maquinaria, la energía, la física detrás de todo. Es demasiado— aseguró. Robert suspiró, dando una vuelta en su lugar. Anthony intercambió una mirada con Jimmy, preguntando en silencio qué le sucedía a Robert, el policía sólo le dio una mueca en forma de disculpa.

—Espera...— Robert trató de recordar algo que hubiera leído en las pruebas del diario y la tercera vino a su mente— Creo que se necesita energía nuclear. El diario hablaba de eso en las pruebas— sonrió—. Debe ser eso, con electricidad, porque se enchufa...

—¿Qué es eso?— preguntó curioso.

—Energía nuclear, ya sabes. El átomo y la... bomba atómica— musitó lo último, dándose cuenta de que todo aquello surgía como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, para la que faltaban años.

—¿Se puede obtener energía del átomo?— preguntó intrigado.

—No hasta después de la Segunda Guerra— dijo conmocionado—. Mierda— masculló.

—¿Qué dice?— le preguntó Anthony a Jimmy. Este sólo negó con la cabeza.

—Robert— Jimmy sujetó su brazo—. Gracias por su tiempo— se dirigió a Anthony, escoltando al rubio fuera—. Robert...— quiso hablarle, pero este comenzó a llorar.

—La máquina utiliza energía nuclear. Lo decía en el diario— explicó sollozando—. No la empiezan a usar como energía hasta dentro de más de treinta años— le dijo con dolor en su tono y las lágrimas corriendo—. Por eso nunca vuelvo por la máquina, seré muy viejo cuando esté terminada— lo miró a los ojos. Jimmy no entendía exactamente a lo que se refería, pero treinta años eran claramente demasiado tiempo de espera.