Dragon de feu (Dragón de fuego) (Adrinette)

¤◎¤ Capítulo 7 ¤◎¤

—Marinette.

'Aquí estoy'

—Marinette, despierta. Vamos, estoy haciendo el desayuno.

Los ojos de Marinette se abrieron e instantáneamente se dio cuenta de dos cosas: se sentía bien descansada – algo que no había pasado en cierto tiempo, y que había soñado con El Dragón.

Pero no había sido una pesadilla.

—¿Alya?— dijo sintiéndose ligeramente asustada.

La chica estaba de pie en la entrada de la habitación, sonriendo.

—Hey, buenos días, dormilona. Estabas muy cansada, ¿huh?

—S-sí, yo...— Marinette pasó sus dedos por su cabello y sonrió. —Supongo.

—No creo haberte visto dormir tan bien en todo el tiempo que te has quedado aquí.— Alya dijo, sonando casi sospechosa. —¿Alguna razón?

Marinette movió la cabeza.

—No lo sé. Quizá ya me acostumbré a estar aquí.

Alya se alzó de hombros.

—Bueno, estoy haciendo pancakes. ¿Quieres un poco?

—Sí, yo... me vestiré primero.

—Ok.

Marinette esperó a que se fuera y rápidamente dejó la cama y corrió al baño. Cerró la puerta tras ella, respiró hondo, y se miró al espejo, pero su rostro fue lo único que vio y suspiró, decepcionada, preguntándose por un momento lo que había estado esperando ver – ¿una marca? ¿Algo que le dijera si el sueño de anoche había sido, después de todo, un sueño o no?

Es que se había sentido tan real.

¿Por qué le importaba? ¿Por qué tenía esa ola de interés en su pecho, no tan inclinada a atrapar al Dragón, sino en simplemente verlo? ¿El Dragón era un asesino, no? Él mataba personas. No era como que fueran a verse y a tener una pequeña charla, o algo por el estilo. Él era malo.

'Pero El Dragón solo mata a criminales', una pequeña voz en su mente murmuró, 'Eso no le hace malo. Él solo está haciendo justicia.'

'Uno no puede tomar la justicia en sus propias manos', dijo una segunda voz. 'La justicia debe ser dada por aquellos que tienen la autoridad de darla.'

'¿Pero y si aquellas autoridades son incapaces de llevar justicia donde se necesita?' contratacó la primera voz, ahora más fuerte que antes. '¿Y si hay miles de casos sin resolver y los criminales terminan siendo liberados mientras que la corte cede por falta de evidencia, y testigos poco confiables? ¿Y si los violadores y asesinos la libran con 20 años mientras que los inocentes reciben la pena de muerte? ¿Huh? ¿Y si El Dragón ha hecho más justicia en los últimos meses que la ley en todos los años de mi vida?'

La segunda voz se quedó en silencio y Marinette se miró al espejo, insegura.

¿Estaba loca porque estaba discutiendo consigo misma, o estaba loca porque en algún lugar, dentro de ella, se había dado cuenta que puede estar de acuerdo con el actuar del Dragón? Y de súbito, Marinette no estuvo segura de reconocer a la persona en el espejo.

'¿De qué lado estoy?'

—¿Marinette?— Alya tocó la puerta del baño, sonando preocupado. —¿Estás bien?

Esforzándose por mantener su voz estable, Marinette se inclinó y jaló la palanca del retrete, tratando de hacerlo sonar como si acabara de usarlo.