Capítulo XXXIX

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Leer, leer, leer y sellar. Que triste podía sonar su trabajo. El tedio de estar dentro de esas paredes fue peor a lo que cualquiera puede pensar. Estados Unidos permitió el paso de aire a sus pulmones en una cantidad mayor a lo habitual. Quedo unos minutos congelado, mezclándose con el silencio y el agobio de su oficina. Abrió los ojos, miró la pantalla a su lado; su móvil estaba encendido y, en la parte superior, un aviso de llamadas perdidas. Lo desbloqueó y pulso el botón izquierdo, que a diferencia del contrario, devolvía el llamado.

La voz de Canada resonó en sus tímpanos, lo invitaba a verse dentro de sus fronteras para hablar, con la excusa de una sorpresa. Luego de planear muy vagamente los detalles, quedaron en estar en el territorio de su padre, pues era doble ganancia y menos tiempo gastado. Miro la fecha que estaba cerca a la acordada. Ahora, a seguir autorizando.

(...)

Rusia dejó reposar su pie sobre la mesa, espero esto por mucho tiempo... supuestamente debía estar aislado un mes y medio, cosa que se convirtió en el doble. Cuando le comunicaron esto no detallaron demasiado; solo dijeron de una falla de procesamiento fiscal. Poco le importaba ahora que estaba a punto de volver a la pura libertad. Pudo darse cuenta de que esa era la nueva realidad, la presión donde solía estar el aparato. Al fin, podía salir.

Agradeció al oficial que, en instantes, desapareció a través del umbral principal. Tardó minutos en ensanchar una hermosa genuina sonrisa, desbordaba corazones y flores. Si, muy serio no era.

Salió a la calle y lo sintió como si hubiera llegado a su hogar después de mucho tiempo. No lo mal interpreten, ama a sus hijos y pasar tiempo en casa con ellos... pero ellas últimas par de semanas estuvo a punto de echarlos o regalarlos a quien los quisiera.

Una gran brisa de viento congelado impacto contra todo su cuerpo. Como si un desfibrilador con un gran voltaje se usara en él, volvió a sentirse vivo. Camino un poco, no tardo en acelerar para correr con todas sus fuerzas y sin rumbo aparente. Paro en seco frente a un restaurante, al fondo del lugar una gran familia degustaba platillos calientes; hace mucho no se juntaba así con sus hermanos.

Una curiosidad sobre los rusos es que son muy familiares, en días festivos importantes suelen quedarse días en una sola casa y compartir el mayor tiempo posible; su familia no era la excepción. Tenía muchísimas peleas con los que compartían su sangre, eran habituales las peleas entre ellos e inusuales las que tenía con sus amigos. Su relación no era mala, solo que no medir las cosas desde distintos ángulos es hereditario.

Sacó su celular de su bolsillo, entró inmediatamente a los mensajes para sus hermanos y escribió su idea de manera concisa y breve, tardarían en responder. Estuvo otro rato en la app cuando notó los mensajes de Canada. Ya tenía una fecha para hablar con E.E.U.U. en las tierras de Reino Unido. Tal vez todo podía ir en subida ahora; basta de rodar colina abajo.

Giro sobre sus talones, formó sus labios con una pequeña abertura entre ellos, por ahí dejaba escapar aire, silbaba notas al azar. Esta vez sus pies se movían muy despacio y mecánicamente, siquiera pensaba en no aplastar sus agujetas desatadas. Mala elección, tropezó con ellas unas calles después.

(...)

Adiós ruedas, California no podía estar más feliz. Su cita con el médico estuvo de maravilla, apenas se notaba la cicatriz, en semanas estaría como nuevo.

Muchos no dimensionan lo que es estar atado a algo, parece ser eterno, es frustrante y a veces quieres lanzarte por el balcón. Está bien, tal vez no veas la diferencia entre las muletas y la silla de manera externa, sin embargo, el vivirlo es genial. Por fin es un paso adelante, estás optimista al ver lo que has progresado. No solo él estaba gozando el poner un pie sobre el suelo, sus hermanos eran el triple de felices.

Las cosas tenían rumbo para todos; podía compararse con una tormenta en el mar y tu atrapado en medio de ella, las olas de dolor que te devoran y hunden a lo desconocido, eso inexplorado que te acecha desde abajo y no sabes que hacer, el barco hundiéndose a lo lejos. Eso ya se acabó.

(...)

Es impresionante como las personas cambian con una semana o una frase, un amigo o un rival. Ese aire que te falta cuando en realidad sobra.

USA termino su trabajo, o algo por el estilo, los papeles pasaron del lado derecho al izquierdo. La fecha del encuentro se acercaba y no tenía pendientes. Estaba desocupado. La última vez que lo estuvo fue el principio de este eterno y cansado tiempo.

Basta.

¿Cuánto más iba a decir lo mismo? ¿De verdad se recordaría su constante cansancio y dolor? ¿Iba a bañarse en autocompasión? Por favor, ya puedo haber pensado la misma estupidez varias veces. Él tenía un cariño propio fuerte, esto solo fue un golpe fuerte. Pero el sana rápido. No necesita mostrar ello cuando es consciente de sus capacidades.

Camino a su alcoba, no se detuvo hasta llegar frente al armario, sacó un conjunto supreme; esa ropa deprimente ya no encajaba con su nuevo punto de vista. En verdad, esto solo mejoraba, estaba a nada de verse con su hermano favorito... bueno, ignoren lo mal que suena... ¡Aceptémoslo! Todos tenemos preferencias.

Mientras terminaba de arreglarse, con una pierna dentro del pantalón y otra dentro, encendió un cigarrillo. Absorbió todo el humo que pudo, lo contuvo un tiempo y luego lo soltó, dejó el cilindro entre sus labios, ejercía una pequeña presión para que no cayera al piso o a su atuendo. Regresamos al Estados Unidos que todos queremos.

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Buenas noches :)
¿Cómo están? Espero que muy bien.

Chuuu, estamos a re poquito de fin de año. Se me pasó volando.

¡GRACIAS POR LOS 3K DE VOTOS Y 22K DE VISITAS!
Esto está creciendo demasiado rápido como para que mi cerebro con forma de cebolla lo entienda.

Ahora se vuelve a activar el Rusame, no me funen.

Los adorooooo♡♡♡♡♡♡

¡Basta de cliches! ---- Rusame ---- CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora