¡Basta de cliches! ---- Rusame ---- CANCELADA

Capítulo XXVIII

California se encontraba mirando una película en su habitación temporal, no lo dejaban regresar a su estado ni lo harían hasta que se curase. Ver una película solo era una máscara para el verdadero propósito de ese tiempo a solas; pensar.

Tenía muy en claro que él no era quien estaba pasándola peor, ese rol lo ocupaba su padre, pero eso no exceptuaba que también estaba sufriendo; no poder caminar se sentía tan horrible. Necesitaba de alguien para moverse, era estar confinado a la dependencia de alguien más para una acción tan simple como trasladarse... una tonta y sencilla acción vital.

Tampoco podía usar su brazo sin sentir como los hilos que unían su piel se tensaban a un punto crítico, más de una vez temió en que se rompieran o lo lastimaran. Podía describir su situación como estar en un asalto, si seguía las instrucciones todo saldría bien.

A pesar de que el dolor físico fuera casi insoportable, sus emociones lo estaban ahogando; se sentía una carga... se sentía responsable de todo lo que está pasando en su familia. Desde que ese horrible suceso su padre se sentó en buscar "justicia", sin embargo conocía a su padre tan bien que sabía que esa no era su meta, quería venganza.

Sus hermanos mayores empezaron a tratarlo como un objeto y los menores se saqueaban al verlo. No sabía cuánto más podría vivir ese "atraco". Solo buscaba aceptación y distracción, no pena y discriminación.

Como todos, quería abofetear al maldito que los puso en esa situación... a diferencia del resto él sabía que haría después de ese golpe, si es que tenía la dicha de hacerlo. Por más raro que parezca, le gustaría abrazar a esa persona, pues él le mostró una verdad en su familia que pensó jamás serían capaces de hacer.

Nunca lo apoyarían, estaba solo... más de lo que nunca antes estuvo.

(...)

Rusia miraba el fuego mientras estaba sentado en el suelo... en el mismo lugar que alguna vez compartió con Estados Unidos.

Veía la llama danzar con tanta delicadeza; una gracia destructiva cautivadora y merecedora de admiración. ¿Cómo algo tan bello puede ser tan corrosivo? Le sorprendía comillas cosas podían cambiar con solo analizar.

Se levantó con movimientos torpes, pues el efecto del vodka aún no se disolvía por completo, camino a las escaleras y freno en la sala de estar. Su mirada estaba fija en una de las repisas del lugar, una de las pocas que había. Era un presente... el regalo que USA le dio el día que llegó por primera vez a su hogar. Ese momento donde la culpa se hacía notoria y las sonrisas provocadas por el americano ya no eran pocas.

No tenía idea de cómo llegó ahí ni porque aún estaba sellado, paso esos pensamientos a segundo plano cuando tomo la cajita entre sus manos. Lo destapó y una emoción lo invadió. Un dije de la nota sol en dorado estaba rodeado de papel cometa azul. Sonrió ladeado apretando los labios; en verdad pensó que alguien tan dulce e inocente era su enemigo.

Volvió a tomar el camino que planeó antes del hallazgo. Subió peldaño por peldaño con sumo cuidado, era tarde y la mayoría de los menores dormían, no quería despertar a sus hijos. Entró a su recámara y acomodó su nueva adquisición es su mesita luz, la derecha.

Tomó su teléfono y vio un mensaje que le heló la sangre. En la pantalla aparecía una notificación donde decía "Canada: Contesta pequeña mierda."

No quería pelear con él y más después de arrepentirse de todo. Recordaba las maravillas que hablaba su hermano mayor del canadiense, al contrario de sus comentarios, el bicolor podía ser todo un demonio si se lo proponía; tenía muy en claro su habilidad con las hachas y no se le antojaba una en medio de su rostro.

Una parte de sí mismo entendía que el de habla francesa quiera abofetearlo hasta hacerlo sangrar, pues también tenía hermanos. Por otra parte, quería ir a razonar con Canada e intentar defender el poco honor que le quedase... si es que aún tenía.

Toco la barra blanca que tanto destacaba y el charco se abrió. Miles de insultos y amenazas se presentaron ante sus ojos, leyó todas sin quejarse y simplemente respondió con un texto algo pequeño: "Sé que merezco lo peor, aún que no lo creas estoy arrepentido. No pierdas tu tiempo conmigo, estoy consciente de la mierda que soy."

(...)

Al recibir la respuesta quedó algo impactado, esperaba un mensaje largo detallando que merecía respeto y daba argumentos para defender sus actos. O que "le clavara el visto" era mucho más probable.

De todas formas, un mensaje no justificaba todo lo que pasó; Rusia estaba en su lista negra. Es decir, su hermano era muy simpático y gracioso... también tierno. Cometía errores, a diferencia del resto, intentaba olvidarlos o vivir con ellos.

Canada acomodó su camisa a cuadros y guardo su teléfono en su pantalón, el Taxi que pidió había llegado. ¿Por qué un taxi y no un vehículo privado? Pues, nadie le abría la puerta de la Casa Blanca y no pensaba entrar sin autorización.

Sabía que su hermano no estaba bien y eso le hacía tanto mal que era inexplicable. Siempre estaba ese eco en su cabeza y ese agujero en su corazón como un recordatorio.

_International airport, please._ Indicó al conductor.
Presentía el diálogo casi nulo que tenía Estados Unidos con el resto del mundo, ya había vivido con él en una fase traumática, solo quería abrazar y proteger al mayor.

Tapó una fracción derecha de su rostro con una mano, su hermano era fuerte pero había cosas que lo sacaban de quicio; que secuestraran a su hijo era una de esas, y era entendible, solo quería evitar que se vuelva un amargado y que le de algún tic por el estrés.

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SIGO VIVA!
ah-

¿Como andan? Espero bien.

10k de lecturas.
Nononono, todavía no caigo, gracias ♡♡

Me tarde en actualizar por dos tres razones.
1: me clavé un cuchillo en la mano literalmente.
2: me pegaron un martillazo en el mismo lugar.
3: no tenía la app que me ayuda con los errores de ortografía JAJA.

♡GRACIAS POR TODO♡

¿Que dicen?
¿Nueva historia?
¿Un especial...?