Libros de injusticia 1-2 ( En pausa )

Capitulo 18

"Habla normal".

'Pensamiento normal'.

"Discurso de demonio".

'Pensamiento demoníaco'.

Lugar / Hora

-X- Salto de línea -X-

Sábado 4 de julio, 00:20.

Washington DC,

Centro de Investigación Cadmus.

Negro.

Dondequiera que mirara, todo lo que veía era oscuridad y la odiaba. Izquierda y derecha, arriba y abajo en todos y cada uno de los sentidos, todo lo que mostraba era una oscuridad total. Fue un vacío interminable de oscuridad que lo dejó flotando allí sin poder hacer nada.

Casi se sintió mareado, la sensación de ingravidez mientras flotaba allí, suspendido sin forma alguna de lograr una apariencia de equilibrio. Cuando los segundos se convirtieron en minutos y los minutos en horas, Naruto rápidamente perdió la noción de cuánto tiempo había estado aquí.

¿Dias?

¿Semanas?

¿Meses?

No lo sabía.

Todo lo que sabía era que estaba solo, flotando continuamente.

"¿Naruto?" Una voz femenina llamó. "Naruto, ¿dónde estás?" La mujer cantó con una voz tan dolorosamente familiar para él que sintió que su corazón se apretó dolorosamente. Sus ojos buscaron desesperadamente, tratando desesperadamente de encontrar al dueño de la voz pero como siempre, todo lo que saludaba era el vacío sin fin de la oscuridad. "Naruto, me comeré todo tu ramen si no sales."

"Mamá." Susurró con voz ronca, las lágrimas se acumularon en la esquina de sus ojos y, como por alguna orden, la luz envolvió el área, cegándolo.

Un chillido atravesó el área y Naruto abrió los ojos para ver a un joven de cabello rubio, no mayor de seis años, corriendo por un pequeño pasillo de la casa. Estaba vestido con una camiseta naranja brillante y pantalones cortos azules. Sus pequeños pies golpeaban rápidamente por el suelo mientras se reía felizmente mientras huía de una hermosa mujer pelirroja. Con solo verla, Naruto se puso de rodillas mientras la veía levantar al niño y hacer que gritara feliz.

Ella, a su vez, se reía mientras levantaba al niño y le enjabonaba varios besos en la cara. El niño mismo simplemente lamió felizmente la atención como lo hicieron todos los niños pequeños y luego la miró con una gran sonrisa en su rostro.

"Te atrape." Ella declaró ruidosamente con una alegría que el niño copió mientras lo llevaba a la cocina. "Ahora vamos, cariño. Tés listos y luego podemos ir a ver a papi, ¿sí?" El joven Naruto asintió con una gran sonrisa en su rostro, no solo pudo ver a su papá, sino que también pudo comer. ramen!

"¡Sí!" Grita feliz y Kushina solo se rió, colocando un gran beso en la frente de Naruto.

Mientras el dúo de madre e hijo comían felizmente su comida favorita, Naruto solo se encontró congelado. No había podido moverse de su posición de rodillas ante la mera visión de ella, su hermosa y amable madre. Solo el sonido de su voz había hecho surgir sentimientos reprimidos durante mucho tiempo y Naruto sintió unas lágrimas solitarias deslizándose por sus mejillas. Sin embargo, ni siquiera pudo reunir la fuerza para moverse, aterrorizado de que incluso el más mínimo movimiento pudiera hacer que todo esto terminara.