-Capitulo 34- Recuerdo de un hijo

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Narra Daniel

Habían pasado 3 o 4 semanas desde que mi cuerpo fue trasladado de aquel pequeño hospital a este gran hospital, había intentado huir del gran hospital muchas veces junto con los chicos, pero siempre que llegaba a la puerta del hospital y abría la puerta e intentaba salir volvía a la puerta principal, como un bucle, recorrí todo el hospital para pasar el tiempo al punto que empecé a conocer todo el enorme hospital.

El lugar donde más me gusta pasar es en el área de los cuneros (neonatos), me da melancolía ver pequeñas vidas nuevas, simplemente me enternece el corazón y de paso, por un momento, olvidó la cara amargada de mi "papá", el cual desde que me trasladaron no ha dejado la habitación donde está mi cuerpo, como mucho salía a comer en el comedor del hospital. Es casi irónicamente deprimente pensar que en mi muerte se toma el tiempo de estar conmigo de lo que estuvo cuando está vivo.

Narra Jona

Las últimas semanas se han hecho eternas, desde que trasladamos a Daniel a un hospital más capacitado no me he despegado de la habitación, a excepción de ducharme y comer algo, pero fuera de ello no me he movido del lugar, al punto de que me he acostumbrado a dormir en el sofá y sillas de la habitación, después de todo es mejor que dormir en las rocas, o campo de batalla.

Daniel no ha mostrado cambios, nada, ni siquiera un movimiento involuntario, como me hubiese gustado haber hecho las cosas bien, es cierto, soy una porquería de padre, jamás seré un buen padre ¡Mis propios hijos me llaman más por mi nombre que "Papá"! Siendo sincero conmigo mismo, he perdido poco a poco las esperanzas de que Daniel despierte, pero mi fe aún no se ha ido del todo, pero no sé si lo que estoy ahora haciendo sea lo correcto, duele verlo en una cama y sin ninguna reacción.

- ¿No hay cambios? - Pregunta Leo, entrando a la habitación dándome un café y sentándose a lado mío.

-No, no los hay. -Respondo como una respuesta automática, el cual he repetido las últimas 3 semanas.

-Jo... Papá no debes atormentarte más. -Leo le pone una mano al hombro. -Debes dejarlo ir.... Debemos dejarlo ir.

-Si vas a comenzar con tus tonterías desalentadoras, mejor sal de aquí. -Replicó con mucha rabia.

-Solo digo que ya es tiempo de dejarlo descansar en paz... Esto no es bueno para él, ni para ti, ni para nadie...

-Vete de aquí ¿quieres? -Replico seriamente.

- Bien... entonces te dejo... con su cuerpo y su fantasma... ¡Buuuu! – Se burla un poco poniéndose una toalla en la cabeza para intentar subirme el ánimo.

Narra Daniel

-JAJAJAJA, eso sí es gracioso, si solo pudieran verme, morirían del susto... -Me rio al mirar como Leo intenta animar a Jona, pero este lo mira con más enojo.

- ¡Déjate de estupideces!, si Daniel estuviera aquí... -Callo abruptamente y su dura cara cambia a una más triste y mira fijamente la nada.

-Si solo estuviese aquí... ¡Esperen, estoy aquí!, ¡Eso es! ¿Por qué no pensé antes? -Gritó emocionado por primera vez en semanas ya que se me ocurrió hacer algo brillante, aunque posiblemente estúpido y repentino, hago de mi mano un puño y tiro algo de la mesita de noche haciendo que cayera al suelo.

- ¿Qué fue eso? – Jona se sobresaltó.

-Tal vez es Daniel manifestándose en espíritu... -Ríe Leo muy fuerte pues le pareció graciosa la reacción de papá.

-Eso... no es... - No termino la frase porque uno de los muebles comenzó a moverse

-JAJAJAJA, Definitivamente esto es divertido... -Mencione moviendo cosas de un lado a otro mirando las caras aterradas de mi padre y hermano

The Ghost of You / Julie & los FantasmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora