Un poco de alcohol

232 35 2
                                    

Horacio había conseguido trabajo en el mecánico, gracias a Emilio, no había sido fácil aprender, pero con paciencia y práctica podía hacerlo de maravilla, Gustabo en cambio se estaba dedicando más a fondo al tráfico de armas, manteniendo la fachada de buzo, por su puesto, de esa manera era más fácil hacer intercambios en lugares remotos sin levantar sospecha.

Desde que había entrado a trabajar había evitado meterse en tantos líos, sabía que aquella racha iba a durar poco sabiendo que faltaba poco para la marcha más cercana, pero al menos lo intentaba.

No había vuelto a ver a Volkov, la última vez, lo vió patrullando cerca del centro junto a su compañero habitual, pero desde entonces no lo había vuelto a divisar.

Esta tarde habían quedado con los hermanos Escobilla a beber algo en casa de Horacio, hace poco se había mudado a una pequeña casa cerca del centro de la cuidad gracias a que sus negocios estaban avanzando mejor ahora que se habían integrado a una mafia de forma oficial, había costado, pero lograron ganarse la confianza de los demás integrantes.

Era tarde, pero tenía que encargarse del alcohol, así que decidió dirigirse al badulaque, eran pasadas las 10 de la noche de un miércoles y solía haber poca gente rondando en las calles. Se estacionó a las afueras del local, al salir la brisa fría de la noche golpeó su rostro, se acercó al lugar mientras frotaba sus manos y las metía dentro de su abrigo color vino.

Al entrar fue directo a una de las repisas con alcohol fuerte, seguramente los hermanos Escobilla querrían tequila, en el lugar estaba parado un hombre, llevaba una gorra negra de lana y un largo abrigo grisaceo, miraba un par de botellas frente a él, seguramente decidiendo que llevar, no le prestó mucha atención y se posó a un lado del hombre a mirar las botellas de tequila frente a él, en la parte de abajo habían botella de alcohol barato, pero seguramente eso no le iba a agradar a sus amigos, suspiró y fue dirigiendo la mirada más arriba, en la parte más alta de la estantería logró divisar una botella de una marca que alguna vez le vio beber a Emilio, intentó alcanzarla parándose de puntitas, pero estaba demasiado arriba

- Joder – musitó poniendo sus manos en la cintura mientas miraba a lo alto la botella

- ¿Horacio? – se petrifico por un segundo, cambiando radicalmente de sentirse tranquilo a sentirse nervioso, miró a su lado, era nada más y nada menos que su amor platónico, el alumno Ruso de Conway

- Volkov, ¿quetal? – saludó sintiendo arder un poco sus mejillas

- Todo bien, ¿abasteciendote? – preguntó casual mientras apuntaba a las botellas frente a ellos

- Más o menos, me voy a juntar con unos amigos – comentó animado - ¿y usted?

- Solo abasteciéndome – respondió tomando dos botellas de Vodka frente a él

- ¿se va a tomar todo eso solo? – preguntó Horacio al ver que el hombre comenzaba a sacar otra botella más, el contrario lo miró y esbozó una pequeña sonrisita

- Pues claro – respondió

- Yo no podría con tanto, soy pésimo bebiendo – comentó mientras comenzaba a ver las botellas por sobre su cabeza nuevamente

- Supongo que es solo costumbre – respondió mirando adonde se dirigía la mirada del otro hombre - ¿va a comprar tequila? – preguntó haciendo que este lo mirase

- Síp, pero tengo un problema – habló mientras volvía a mirar la botella que quería alcanzar

- ¿no sabe cuál llevar?

- No exactamente

- ¿entonces? – preguntó confundido, ahora el otro muchacho bajó la cabeza riendo bajito mientras se sonrojaba un poco

- No alcanzo la botella – confesó en voz baja, lo que hizo que el ruso soltara una pequeña risita

- Ten – habló Volkov mientras le pasaba las botellas de Vodka que tenía entre sus brazos al otro, el cual las recibió sin dudar - ¿Cuál quieres? – preguntó mirando al muchacho

- El de sello rojo – contestó, Volkov alcanzó sin problemas la botella

- ¿Solo una?

- Dos porfavor – contestó dulcificando su voz

Después de seguir su charla pagaron sus bebidas alcohólicas y el ruso ayudó al otro hombre a Subir sus compras a su vehículo, ya que había comprado un buen suministro de cerveza para sus amigos, Volkov terminó de meter el último pack de cervezas en el vehículo del muchacho, cerró la cajuela y Horacio le tendió la bolsa con Vodka que le pertenecía al más alto.

- ¿Así que mecánico? – Preguntó Volkov recordando lo que anteriormente le había mencionado el de cresta

- Sí, comencé a trabajar hace poco en el taller, así que si necesitas a un mecánico aquí me tienes – Comentó Horacio en un intento de coqueteo, el cual hizo que el de cabello gris soltara una expiración nasal en un intento de contener una risita

- Pues precisamente mañana debo ir a por una revisión técnica

- Nos vemos allá entonces – Sonrió el de cresta apoyando su codo en el techo de su auto

- Un gusto verte Horacio, hasta mañana – Se despidió Volkov despidiéndose de un apretón de manos con el otro

- Hasta mañana Volkov – Se despidió un poco desorientado el muchacho

Vio como el hombre subió a su vehículo y soltó un suspiro irguiéndose en su lugar para caminar a la puerta de piloto, era lo mejor que le había sucedido en su día, subió a su vehículo cerrando la puerta y encendiendo el motor, el vehículo de Volkov pasó por su lado soltando un pitido a lo que él sonrió negando con la cabeza. Era un hombre muy atractivo y amable, y él era un hombre enamoradizo.

Catch Me (Volkacio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora