(5.) D, DE DESEO.🎂

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"Deseo: es ese lindo sentimiento que te agarra cuando quieres algo, cuando ese algo está tan cerca, pero a la vez está tan lejos de tú alcance y aun así guardas las esperanzas de poder tenerlo."_(jasminpucca)

Era una linda noche en la aldea Sooga, en donde todos los habitantes se encontraban festejando el cumpleaños de Pucca. Rodeando a la festejada en una gran mesa, en donde se hallaba un enorme pastel con 11 velas por encima de este, con sus tutores de tras de ella, su amado Garu junto a ella, Ching de lado derecho y Abyo en frente de ella, escuchando como todos le decían muy alegres y Pucca sólo sonreía.

–¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMOS, PUCCA! ¡SOPLA LAS VELITAS Y PIDE UN DESEO!

–Así es Pucca, sóplalas para que puedas pedir tú deseo.

Exclamó Ching feliz, viendo como su amiga cerraba sus 2 ojos azabaches, inclinándose un poco, soplando veloz de un soplo todas las velitas del pastel.

Mientras todos aplaudían al instante, pensando con anhelo, al apretar la mano de Garu con algo de fuerza, poniendo de pronto a Garu nervioso y sonrojado.

(Deseo que Garu me ame, que se case conmigo y formemos una linda familia.)

Alzándose rápido para mirarlos contenta, abrasando con rapidez a su amado ninja de coletas. Mientras todos exclamaban emocionados, sin dejar de aplaudirle a ella con alegría.

–¡MUY BIEN HECHO, PUCCA! ¡QUE VIVA PUCCA! ¡HURRA! ¡HURRA! ¡HURRA!

Seguían diciendo los habitantes con emoción, escuchando Pucca lo que Abyo decía curiosamente.

–Y dinos Pucca, ¿Qué fue lo que pediste de deseo?

–¡ABYO, ESO NO SE PREGUNTA! Es algo sólo de Pucca, que si se dice no se cumplirá, así que no lo preguntes.

Regañó algo molesta Ching a Abyo, haciendo que Pucca asintiera con una gran sonrisa en el rostro, volteando a ver a Garu con amor, haciendo que él la mirara tragando duro por aquella mirada amorosa de Pucca.

Mientras Pucca y Garu escuchaban a sus amigos, sin dejar de mirarse, transmitiéndole así lo que Pucca deseo al soplar las velas, haciendo que él poco a poco captara.

–Sigo diciendo que no entiendo por qué no debo de preguntar.

–Ay Abyo, sólo no lo preguntes, deja a Pucca pedir sus deseos con tranquilidad y sin molestar.

Dijo seria, procediendo a ver como su mejor amiga Pucca cortaba el pastel para todos los del lugar, sin que Garu y Pucca se dejaran de ver, sabiendo lo que cada uno pensaba al ya conocerse de años.

Ya que, aunque ninguno de los 2 se comunicara con palabras, cada uno de ellos se entendía con miradas, gestos y expresiones, haciendo que con aquella mirada amorosa que le daba Pucca, él entendiera el deseo que ella había pedido al soplar aquellas velitas y eso no lo convertía en trampa, ni tampoco haría que el deseo de Pucca no se cumpliera.

Muy por el contrario, eso haría que sus futuros y destinos se conectaran, pues no se lo había dicho, sí no que él lo había adivinado con su mirada y eso nada más los conectaba.

***

Eso había pasado hace 9 años atrás, cuando Pucca y Garu tenían 11 y 12 años de edad respectivamente. Y ahora que los 2 tenían 20 y 21 años, plantados en aquella gran mesa del restaurante Goh Rong.

Celebrando los recién cumplidos 20 años de Pucca con todos los habitantes de la aldea de Sooga, Garu y Pucca sólo se miraban con una sonrisa. Tomados de las manos con un amor inmenso, escuchando lo mismo de aquella vez, en la misma posición en la que ellos y sus amigos se encontraban aquella vez hace 9 años atrás.

–¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMOS, PUCCA! ¡SOPLA LAS VELITAS Y PIDE UN DESEO!

–Así es Pucca, pide tú deseo.

Oyó lo que Ching le dijo feliz, mirando el pastel de su cumpleaños 20, para así girar a ver a Garu con dulzura, volteando después a ver a su tío Ho, el cual sostenía a su pequeño bebé recién nacido Xiang.

Volviendo a ver su pastel de cumpleaños, inclinándose hacia él, soplando con fuerza las velitas, deseando que su familia esté siempre con ella y que nunca se separen, para así pensar feliz.

(Eso es todo lo que pediré, pues ya lo tengo todo con aquel deseo que pedí hace años.)

Alzándose al terminar de pensar aquello, girando su rostro para así besar en los labios a su ahora esposo Garu, cerrando los ojos al mismo tiempo, para así capturar ese hermoso momento en el tiempo.

Mientras Garu se sonrojaba al extremo, al no acostumbrarse a las muestras de amor en público, aunque ya llevase un año entero casado con Pucca, pero aun así se afectaba por los besos, los gestos, las caricias y las miradas de amor de su esposa, porque, al fin y al cabo, hay cosas que nunca cambian por más que pase el tiempo.

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/9 De Octubre De 2020/

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