Alessandro.
La fiesta había estado aburrida hasta que Dante apareció nuevamente, este niño me había cautivado desde el primer momento en que lo vi, su cara tan delicada y hermosa, su piel blanca y su cuerpo delgado me hacia tener pensamientos no tan puros. Cuando lo vi siendo golpeado por mi hermano menor me enfureció que se comportara de aquella manera pero de alguna forma me ayudó a conocer a Dante, y no se si es casualidad o es el destino pero nuestros tres encuentros han sido en un baño y siendo sincero no creí que me llegara a gustar alguien en tan poco tiempo de conocerlo pero este niño tiene algo que me atrae. Empezamos hablar y noto lo nervioso que está, supongo que es por lo que hicimos en el baño y sus mil dudas que rondan en su cabeza, lo entiendo yo pase por eso cuando tenía 14 y no fue hasta los 15 que supe lo que me gustaba, lo que quería, se lo complicado que es aceptar lo que eres a mi me llevo tiempo, paciencia y mucho amor poder ser quien quería sin miedos y sin ataduras. Quiero que si a él le gustan los chicos pueda verlo normal por que es lo que es, y no tenga que pasar por mucho, soy dos años mayor que el con un poco más de experiencia y bueno creo que me he sobrepasado con él, esta empezando a experimentar sus gustos y yo lo llego a otro nivel, ahora me siento avergonzado de mis acciones, aunque el no se ha mostrado molesto y con eso estoy bien.
Me separo de Dante por media hora aproximadamente y cuando vuelvo con él noto que se comporta de manera diferente, me acerco a él y al instante percibo el aroma alcohol, lo tomo por el brazo y lo llevo hacia afuera de la casa alejándolo de la musica, veo que se tambalea un poco al caminar y lleva en la mamo un vaso.
—¿Dante? ¿Estás bien? ¿De dónde carajos sacaste eso? —pregunté mientras le quitaba el vaso de la mano, no me respondía y su mirada parecía perdida, no sabia con exactitud cuanto alcohol había tomado y estaba completamente seguro que era la primera vez que ingería.
Apenas y balbuceo unas palabras y su cuerpo se tambaleó más, vi como se desmayaba frente a mi así que rápidamente lo tomé para que no llegara a lastimarse, un chico de cabello rizado corrió hacia donde estábamos se veía alterado y casi de un empujón me apartó de Dante, tomándolo el entre sus brazos su cara reflejaba una preocupación verdadera.
—¿Que le pasó?—, preguntó con la voz agitada.
—Creo que bebió demasiado alcohol— respondí sin dudar.
—¡Carajo! Dante, Dante ¿me escuchas? ¿Estad bien? Dante reacciona— el chico seguía intentando despertar a Dante pero nada funcionaba.
—¿Quien eres tú? ¿Que carajos hacía Dante contigo?—, pregunto de una manera agresiva, mientras seguía sosteniendo a Dante.
—Soy amigo de Dante, con eso te debe bastar, es mejor que lo lleve a su casa, ahora está muy mal, apenas y reacciona— respondí intentado acercarme a él pero me lo impidió.
Tome aire para no ponerme agresivo pues no era el momento ni el lugar para un enfrentamiento entre este chico y yo, traté de hablar con el de forma calmada y le expliqué como fue que en un descuido mío se había excedido con el alcohol, también le aclaré que me había echo su amigo, medio me dirigió la palabra y se llevó a Dante con él sin dejarme o darme chance de ayudarle o algo.
Había sido una buena noche si no hubiera sido por mi descuido, talvez hubiera podido propasarme un poco más con el niño pero se me había ido esta oportunidad, talvez en otra ocasión podríamos llegar a otro nivel, enserio este niño me provocaba muchos pensamientos inapropiados. Tomo de golpe un poco de tequila que estaba en el vaso, saqué mis cigarros y empecé a fumar mientras seguía pensando la forma de hacer mío a Dante.
Dante.
La luz del sol me despertó, abrí los ojos de golpe pero volví a cerrarlo, la cabeza me daba vueltas y me dolía como nunca, me levanté de forma lenta y frote un poco mis ojos, no recordaba mucho de la noche anterior, no sabía con exactitud dónde estaba, abro los ojos y veo que estoy en mi habitación no sé como llegue, lo último que recuerdo es haber estado con Alessandro y después de eso no tengo idea de que paso, veo que estoy solo en boxer, pongo mi mano a la par y siento a alguien bajo la sábana, me asusto de inmediato y lo primero que pienso es que llegue a tener relaciones con Alessandro, no podía ser esto debía de ser solo parte de mi paranoia estábamos en mi casa si dado el caso hubiéramos pasado la noche juntos solo hubiéramos dormido y solo eso, ¿no? hubieras podido hacer algo más o ¿si?. Mi cabeza dolía cada vez más, el bulto bajo las sábanas se movió y pude distinguir la cabellera rizada de Carlo, me tranquilizo un poco y puedo respirar con más calma, mi vista se fija en su hermoso rostro, su piel Canela se ve tan suave, su cabello alborotado, sus labios gruesos con un tono rosado natural, quiero probarlos, quiero devorar su boca, pensamientos inapropiados son los que se me presentan ahora, deseo tocarlo quiero que me toque, que me bese pero una pequeña voz en mi cabeza me trae a la realidad, él es mi mejor amigo, casi mi hermano, tiene novia y todo eso son factores que me impiden decirle lo que siento, además una parte de mi le aterra que Carlo baya a reaccionar mal cuando se entere que me gustan los hombres, esto tan estresante y mi cabeza duele aún más, me levanto con cuidado de la cama y me doy un baño con agua fría, tomo una pastilla para aliviar el dolor y después salgo de la habitación con una toalla en mi cintura, me cambio y vuelvo a acostarme, cuando me acomodó siento los brazos de Carlo sobre mi, se aferra como un bebé y me abraza, su respiración choca con mi pecho y la piel se me eriza, acaricio su hermoso cabello y me acomodó con él entre mis brazos, quedándome dormido.
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Amor a Escondidas.
Novela JuvenilBilogía Amor prohibido: Libro I. Deseo amarte. Pero no en silencio. No quiero ocultar este amor tan grande que nos tenemos. Deseo amarte por sobre todas las cosas. Deseo amarte sin miedos, sin inseguridades, sin escondernos. Deseo que me ames con...