Desde el momento en el que la pregunta de "¿Tienes alguna fantasía?" se escuchó saliendo de los labios de Ochako, Katsuki supo que aquello no acabaría bien // Historia escrita para la actividad del "NSFW Kacchako Week".
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Todos los capítulos están r...
Disclaimer: BNHA y sus personajes, no me pertenecen.
Summary: Desde el momento en el que la pregunta de "¿Tienes alguna fantasía?" se escuchó saliendo de los labios de Ochako, Katsuki supo que aquello no acabaría bien // Historia escrita para la actividad del "NSFW Kacchako Week".
Aclaratoria: Ésta es una obra propia y todos los derechos son reservados.
Modo de lectura: Todos los capítulos están relacionados pero el modo de leerlo, está preparado de tal forma que los títulos de cada capítulo, indica el verdadero orden de lectura. ¡Puzzles!
Advertencia: Contenido NSFW (no safe for work) o contenido sexual explícito. Lean bajo su propia responsabilidad.
Notas: Cada Capítulo está inspirado en una canción en particular, el cual está indicado en el título del mismo. // Take me to church - Hozier.
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CAPÍTULO 11 - La fantasía de Venus
(Día 1 - Adoración al cuerpo)
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El aroma a café por la mañana envolvía la cocina y solía despertar una pequeña sonrisa en él, a pesar de los años, él disfrutaba preparar el desayuno porque siempre terminaba siendo el primero en despertar. Calentó la leche y tras batirla un poco, cortó el capuccino que tenía en una de las tazas dando una buena terminación y presentación. ¿Había aprendido a preparar café al estilo barista sólo para llevárselo a la cama a la niña mimada que tenía por novia? Probablemente.
Colocó las dos tazas de café, un capuccino con canela y otro americano en la bandeja, dos vasos de agua y hotcakes en un platillo de porcelana; lo tomó con cuidado y caminó hacia la habitación que compartía con la mujer que, a pesar de los años y el entrenamiento como heroína, era pésima madrugadora.
Empujó con cuidado la hoja de la puerta hallando a una muy cómoda Uraraka acurrucada aún entre sábanas, tenía medio cuerpo sin cubrir y el otro medio, envuelto con la sábana blanca. Sonrió para sí, ya estaba acostumbrado a ella; admirar su cuerpo dormido en aquel telar desarreglado, su cabello castaño cubriendo la almohada y su sereno rostro al descansar sólo podía hablarle de una belleza etérea, nada que haya visto antes, como si fuese una deidad hecha carne ante sus mortales ojos.
Depositó la bandeja sobre el escritorio que contaba el cuarto y caminó con cuidado hacia donde se encontraba Ochako, enseñándole su desnudo torso y un rostro que claramente, disfrutaba su sueño. Las notorias cicatrices en su cuerpo sólo le hablaba de todo lo que la mujer frente a él ha pasado a lo largo de esos diez años a su lado y reconocer cada corte, quemadura o marca en su piel era recordar el cómo se lo hizo.
Sus dedos circularon sobre la piel de su brazo subiendo hasta su hombro y sentir la curvatura de su pecho. Sonrió. Se veía tan hermosa.
―Chako, despierta ―dijo el hombre mirándola pero ésta no mostraba intenciones de haberlo escuchado―. Cara de ángel, traje el desayuno.
