mejor morir en el intento que morir de sed. la miel en los labios me dejaste ayer.
En la mesa donde solo se sentaban el par de mejores amigos, solo se encontraba uno de ellos, y no se lo notaba para nada feliz. Y el otro solo estaba en la mesa del centro hablando animadamente con el nuevo chico que llegó a la escuela ese mismo día, lo uno que sabía era su nombre, era ¿hyundin? ¿hyundai? ¿hyunwon?, lo sabía con exactitud, tampoco le interesaba.
Minho admitia que sentía un poco de celos ver a Jisung muy cerca de ese chico alto de aspecto de principe moja bragas que lo abrazaba por por hombros, le decía cosas al oído y despues se reían.
El mayor solo agachaba la cabeza para no verlos y intentar borrar esas imágenes que seguramente no lo dejaría dormir esa noche.
También lo entristece porque si había razones para que Han se sienta atraído al de labios gruesos en solo dos días de haberlo conocido y a el ignorarlo totalmente.
El no era ni la mitad de lindo y lo sabía. ¿quien mierda querría salir con el mudo de último año? nadie, absolutamente nadie saldría con el raro come libros de ficción.
Sonó la campana anunciando que debían seguir con sus clases hasta al final de la hora escolar. La mayoría se iba de la cafetería, yéndose a distintas aulas.
Al levantarse de la mesa con sus amigos, Jisung le dedicó una mirada a Minho percatándose de sus ojeras, sus labios rotos con algo de sangre seca y las comisuras hacia abajo, sus cabellos desordenados y sus ojos rojos. Lo hizo sentir un poco culpable por no hablarle durante dos días y por ignorarlo en los pasillos.
-¡Hey, Jisung! ¿no vienes?- preguntó su amigo Hyunjin.- Si, hyung.- una sonrisa falsa era lo que estaba es sus finos labios.
Todos entraron a clase y se sentaron en sus respectivos asientos, para después sacar los útiles necesarios para iniciar la clase de inglés. La cual Jisung no prestó atención, ni apuntes en ningún momento de la clase porque sus pensamientos solo estaban hundidos en el descuidado aspecto que su Hyung favorito traía.
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Toda la multitud de alumnos estaban en la salida de la escuela, algunos hablando con sus amigos, otros yéndose en auto, otros caminando, o tambien simplemente parados o sentados esperando quien sabe.
Entre toda esa multitud estaba Minho saliendo del establecimiento educativo tomando camino a su departamento.
Unos pasos rápidos le llamaron la atención, haciendo que se de vuelta y viendo como su crush corría hacía su dirección.
-¡Hyung! ¡Espereme!- el mayor detuvo su paso para mirarlo con una cara totalmente seria, para luego seguir con su camino ignorando totalmente los gritos del menor.
-¡Hyung!- sus delgados brazos rodearon la cintura de Lee, convirtiéndose en un abrazo por la cintura.- Hyung, no me deje solo. Usted dijo que los miércoles me llevaría a mi casa- aunque le mayor no lo pudo ver, sabía perfectamente que Han estaba haciendo un puchero, algo que era verdad.
"Tienes razón. Pero tu me ignoraste dos días seguidos, y ahora haces como si nada ha pasado en estos tres días. Nunca te acercaste a hablarme y yo tampoco porque te veías muy feliz hablando con tus amigos.
Me ignoras en los pasillos y me miras como si fuera un completo desconocido. Simplemente no lo entiendo.
Ve a casa con tu nuevo amigo, Suggie."
Dijo por medio de señas con su brazos.
Se dió media vuelta y siguió su camino dejando atrás a Han con las comisuras de sus labios hacía abajo, sus sentimientos de arrepentimiento y culpabilidad en sus pensamientos.
zona por donde paloma blanca nunca vuela. Chernóbil y su pata de elefante se me queda corta.
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