CA⎜Si Eve hubiera nacido en otra familia, su vida y la de todos hubiera sido muy diferente. Posiblemente se hubiera evitado la tercera guerra mágica, se hubieran salvado muchas vidas inocentes y tal vez, sólo tal vez, Eve hubiera sido feliz.
Pero p...
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—Albus Severus Potter.— comenzó a decir Harry, a voz baja pero para nada tranquila —Debí ponerte nombres a los que puedas faltarles el respeto sin problema.
—Papá...Eve no es lo que parece.
—¿ah, en serio? Porque a mí me pareció que era la hija de Draco Malfoy.
—Ella no es Draco, papá, no es una mala persona. Sólo debes conocerla para darte cuenta de que no es lo que parece. Además...prometí no decirlo pero hoy es su cumpleaños. Y no podemos dejarla sola allá afuera.
—No puedo creer que esto esté pasando.
Harry suspiró
—Por favor, papá.
—De acuerdo. Pero nunca más traigas a alguien sin preguntar primero.
—Lo juro por mamá.
—Mejor júralo por el perro, Albus.
Albus sonrió, caminando hacia la sala nuevamente, donde Eve estaba de pie, en silencio.
—Sí, ya sé, me iré.
—No, no, Eve, te quedas.
Eve lo miró, bastante confundida.
—Te dije que no habría problemas. Ven.
Albus, seguido de Eve, caminó hasta donde yacía la gran y larga mesa, muy bien decorada y llena de comida deliciosa. Todos estaban sentados al rededor de la misma, eran más de 20 personas, pero todos estaban en perfecta armonía. Todos eran una gran familia.
De repente ese bullicio y risas cesó cuando la vieron.
—Siéntate por aquí.— señaló Albus, mientras Eve se sentaba entre algunos. Él se sentó a su lado, mientras el silencio seguía intacto.
—Preséntanos a tu amiga, Albus.— dijo James.
—Ella es Eve.
—Eve, lindo nombre. Soy James, hermano de Albus.
—Hola..he oído muchas cosas de tí.
—Bueno, ¿qué puedo decir? Soy famoso.
A su lado, una muchacha rodó sus ojos
—James, el gracioso. Discúlpalo, tiene algunos problemitas.
—¡Victòire!— se quejó Fleur, colocando un plato más para Eve en la mesa.
