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Junio, 2019.

Reunidos en una cena familiar, que pocas veces hacen, salvo que un familiar venga de visita, en esta caso su tía; Sofer se encontraba compartiendo aquel momento alrededor de sus padres y su tía. La plática realmente no le interesaba mucho, así que no prestó demasiada atención, hasta que escuchó su nombre. ¿Me mencionaron? Levantó la cabeza para dirijirse a la persona a la cual la había mencionado, ¿Sugirió hablar de ella? Oh no, esto no le gustaba para nada. Por un lado pensó que sería entretenido, para no estar que tener aburrida y preguntarme cosas sobre la escuela o cómo había sido la salida de anoche, o quién es tu nueva amiga, entre esas cosas. No se espero que exactamente hablaran de ella. Le disgustaba que hablaran de ella, ya que el noventa y nueve por ciento eran de cosas en contra de ella, y ese uno por ciento algo que se podía rescatar. Por el momento, ninguno de los dos. Le preguntaron el por qué había perdido el gusto por la natación. ¿Saben? Realmente ni ella lo sabe, tal vez por flojera, tal vez por que no se quiere quemar, tal vez porque se ve demasiado mal en trajes de baño, tal vez por lo vellos que suponía uno de los presentes, la verdad no lo sabía. Una de las preguntas captó su atención, más bien, fue una afirmación, 'Perdió el gusto por la vida', '¿Deseas vivir?' Esas preguntas dieron vuelta por su cabeza, ¿Perdí el gusto por la vida? ¿Deseo vivir? Ella se limitó a asentir a la pregunta que se le había dicho, pero en realidad, ¿Realmente desea vivir? es ahí cuando una lluvia de preguntas abargaron su mente, ¿Cuál es mi objetivo en esta vida?, ¿Cuál es el sentido que tiene vivir?, ¿Por qué sigo viva? Y no, ella no estaba deprimida, porque la depresión es absurda en el caso de ella, la mayor parte de adolescente, por no decir todos, están "deprimidos". No, ella no está deprimida, ella no tiene pensamientos suicidas, no es como los demás, no quiere morirse. ¿Por qué no quiere morirse? No podía, aunque lo piense mil veces nunca obtiene respuesta a aquellas preguntas, simplemente no puede.

Más temas abarcaron en la plática de la cena, uno en particular, el tema que jamás podía faltar: 'las comparaciones' y aunque digan que no son comparaciones, lo son; que los tipos 'x' son así, que los tipos 'y' son asá, y tú eres así y tal. Palabras que no le dió mucha importancia ese día por seguir pensando en las preguntas que se había hecho anteriormente.

Culminó la cena y la pelinegra por fin pudo retirarse de la mesa.

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