Lies›› [Marlene × Sirius]

-Chapter 2

❝El gran comedor❞

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AL FINALIZAR SU RECORRIDO por los botes, donde por cierto los cuatro amigos iban juntos, entraron por la gran puerta del castillo; adentro los esperaba una mujer ya mayor, se presentó como la profesora Mcgonagall. Mcgonagall les dijo lo que tenían que hacer y las reglas básicas, una vez que terminó de explicarles, ella entró, no sin antes recordarles que no se movieran de allí.

Los chicos empezaron a platicar sobre diferentes cosas, solo que esta vez Marlene estaba más concentrada en ver todo lo que ocurría a su alrededor, incluso se topó con los ojos de la chica que había estado con ellos en el tren, Llily Evans, la saludó y siguió explorando con la mirada el lugar.

—Hey Marls, todo bien?— Preguntó James quien había notado la distracción de la rubia.

—Si, todo está perfecto, no tienes porqué preocuparte— Respondió Marlene, estaba nerviosa desde luego, desde muy chica había esperado ese momento y que hubiera llegado era algo difícil de digerir, estaba más que nerviosa.

Remus que se había percatado del nerviosismo en las palabras de Marlene, no dudó en hablar.

—Estoy seguro de que quedarás en Gryffindor, no hay otra bruja aquí que lo merezca más que tú— Marlene le sonrío agradecida, como desde siempre lo hacía, sus mejores amigos nunca habían permitido que ella estuviera triste, y eso le agradaba.

Remus, James y Marlene se veían muy contentos, pero Sirius permaneció callado; el sabía que por más que lo deseara, nunca iría a Gryffindor con sus nuevos amigos y eso lo entristecía, tal vez para el no sería difícil encontrar amigos en Slytherin, era un Black, desde luego que no sería difícil, debido a su apellido muchos slytherin's querrían ser amigos de él, pero también precisamente por eso los estudiantes de las demás casas lo verían mal.

Pero el no se daría por vencido, enfrentaría a su familia, y entraría al gran comedor justo con la mentalidad de un Gryffindor, y con suerte, el sombrero lo mandaría a la casa rojo escarlata.

—Haz estado muy callado, Sirius.

—Lo siento Marlene, estaba pensando— Y era cierto, no había dejado de pensar en como enfrentaría a su familia, o en como volvería a mirar a sus amigos si el fuera a Slytherin mientras ellos van a Gryffindor, o a cualquier otra casa; ninguno de ellos iría a Slytherin, eran demasiado... valientes, y se notaba a kilómetros lo leales que podrían llegar a ser.

Pensó durante mucho tiempo más, pero sus pensamientos fueron interrumpidos debido a que alguien chocó con el, era un muchacho bajito y rechoncho, se veía bastante... nervioso era poco, ese muchacho estaba aterrado, cuando chocó con Sirius, el chico inmediatamente se disculpó con el pelinegro, tenía una voz bastante chillona, un poco era normal a su edad pero el la tenía demasiado aguda.

—Lo lamento de verdad, no se repetirá, lo siento.

—Tranquilo, no son necesarias tantas disculpas, solo fue un choqué— Le respondió Sirius al otro chico, sus amigos notaron que estaba hablando con alguien y se acercaron.

—¿Con quién hablas, Sirius?— Preguntó  esta vez James.

—Ammm, con.... con... ¿Cuál es tu nombre?

—Peter, me llamo Peter Pettigrew— Respondió el pequeño de cabello marrón y ojos azules.

—Bien Peter, un gusto. Como ya oíste soy Sirius, Sirius Black... La señorita rubia es Marlene Mckinnon, el chico de lentes es James Potter y el chico alto es Remus Lupin.

—Es un gusto conocerlos...—Respondió Peter con una pequeña sonrisa

—¿Quieres estar con nosotros, Peter? Te noto un poco nervioso— Marlene le sonrió al otro niño

—¡Me encantaría! En este momento estoy algo solo...

—Pues decidido entonces, serás nuestro nuevo amigo— dijo Remus

Hablaron un poco más, está vez con Peter y después de diez minutos, apareció la profesora Mcgonagall. Ella les dijo que ya podían pasar y así lo hicieron, una vez estuvieron frente al sombrero empezó la ceremonia de selección; Marlene se percató de que el techo del gran comedor estaba encantado, lo cual le fascinó.

El primero de sus amigos en pasar fue Sirius, se veía nervioso, volteó a ver a los chicos y ellos le sonrieron, en ese momento supo que debía lograr entrar a Gryffindor, justo como ellos lo harían, se esforzó demasiado en pensar que no lo mandaran a Slytherin, en que lo mandaran a cualquier casa excepto a esa, en que quería quedarse con sus nuevos amigos, en que no quería ser solo "un Black más" el quería ser "el Black que decidió cambiar su rumbo".

No supo como pero lo logró, escuchó al sombrero gritar fuerte y claro "¡GRYFFINDOR!" y después a la mesa correspondiente a la casa, aplaudir. Y cuando miró a sus amigos, estos le sonreían más que contentos.

Después de muchos más alumnos, fue el turno de Remus, el en realidad estaba tranquilo, y se liberó de la mayoría de sus pensamientos para permitirle al sombrero elegir bien su casa, le daría lo mismo en donde quedaría, el ya estaba feliz demasiado feliz porqué le permitieran estudiar ahí. Luego de un rato escuchó que el sombrero gritó "¡GRYFFINDOR!" y estaba más que contento, al igual que Sirius y sus otros tres amigos.

Luego fue el turno de Marlene, ella si estaba nerviosa, pero bastó con una sonrisa de parte de todos sus amigos para que se sintiera tranquila, fuera a la casa que fuera, ellos jamás dejarían de ser sus amigos, se querían demasiado.

Tan pronto como ella les regresó la sonrisa a los cuatro (y a la chica pelirroja, Lily, que también había quedado en Gryffindor) escuchó al sombrero seleccionador dar su veredicto, para su alegría, también había quedado en Gryffindor, junto con sus otros tres amigos; Sirius, Remus y Lily.

Cuando llegó el turno de Peter, sus nuevos amigos también le sonrieron, no podía decir mas que estaba bastante feliz, hizo una nota mental de que jamás les fallaría y que si quedaba en Gryffindor, sería leal a ellos hasta su último suspiro, siempre los seguiría fuera a donde fuera.

Al parecer el sombrero logró leer esa nota mental ya que lo envió también a Gryffindor, el pequeño Peter corrió a la mesa perteneciente a su casa donde lo recibieron con los brazos abiertos, no podía pedir más.

Y por fin llegó el turno de James, el daría la vida por quienes más quería, y sus amigos eran parte de ese grupo de personas, claro que jamás los abandonaría, ellos siempre serían como su segunda familia; en cuanto menos se lo espero, el sombrero seleccionador gritó "¡GRYFFINDOR!" y bajó contento a abrazar a todos sus amigos, ahí lo recibieron de maravilla, todos estaban contentos.

Empezaron a platicar un poco pero notaron que Lily no estaba tan atenta a su conversación, ella esperaba que alguien más también fuera asignado a su casa, Severus Snape. Sin embargo, cuando fue el turno de Severus, el no fue seleccionado para Gryffindor, el se fue a su casa enemiga, justo como se lo había contado a Lily antes de entrar a Hogwarts; el quería entrar a Slytherin, y se le rompió el corazón al ver como la única persona que lo había mirado sin juzgar, era enviada a la casa de los leones.

Como sea, no se podía hacer más y Lily estaba segura de que su amistad con Sev no terminaría a pesar de estar en casas diferentes, además, tenía más amigos en su casa y seguro Severus también haría amigos.

Todos estaban felices, el que estaba aún más feliz era Sirius, había logrado entrar a Gryffindor, y evitar un futuro como el de sus ancestros; seguramente su tío estaría orgulloso de el, pero su madre Walburga Black, no estaría tan contenta. Como sea, a Orion le daba igual, el estaba bastante contento de tener amigos que se fijaran en él y no en su apellido; además, ¿qué mejor que ser la oveja negra de su familia? siempre había una en las familias grandes.