Sternennacht

Capitulo 2: Marcus

Dos días antes.

—Ya no hay nada que pueda hacerse con ella, es mejor si se la regalamos al loco de las orejas —Exclamo Elfid— estamos perdiendo recursos y tiempo en algo que no da frutos.

—Tienes razón, ya han pasado 16 años, ella no ha despertado su lux—Comento con desgano—puede que quizás ese loco de las orejas le saque provecho y descubra algo que nosotros no.

—Quizás, de cualquier modo, ya no es factible tenerla con nosotros—Dijo mientras miraba hacia la puerta.

La puerta se abrió y de ella se hicieron presente los 4 directores del Orfanato, todos habían sido convocados para dar por hecho que Bast seria expulsada del Orfanato, aunque para Marcus el director principal se suponía que ella había significado bastante, sin embargo sus sentimientos parecían haberse desvanecido.

Todos estuvieron de acuerdo en regalar a la muchacha al loco de las orejas como la mayoría le llamaba, el cual no formaba parte de su exquisita raza de Nuntius, si no que se trataba de un Kafyita. Habría sido el primer peón a tomar en cuenta gracias a su inteligencia y lealtad, había formado parte del gremio independiente "Völkermord" todos estaban convencidos que ese hombre cambiaría el rumbo de todo lo que ellos habían trabajado todo este tiempo aunque costase su orgullo.

—Marcus, el loco de las orejas ha aceptado su petición, aclaro que debía buscar a la muchacha pasado mañana—Anuncio Elfid—

—Me parece bien, encárgate de los preparativos—Ordeno para luego retirarse.

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Lo último que observe fue la espalda de Bastión retirándose, dure unos minutos estática, suspire con pesar, el nudo en mi garganta no se va a quitar en un buen rato.

Estoy siendo tragada lentamente por un abismo.

Tome el picaporte de la puerta y dentro de esta quedo expuesto un angosto pasillo de color rojo que a su extremo llevaba a otra puerta, camine con ganas de no llegar hasta allí, esta será definitivamente la peor parte de todas las cosas que tenía que ver antes de irme del Orfanato.

Un escalofrió recorrió mi columna dorsal al estar al frente de aquella puerta de madera negra, toque la puerta y pasaron unos segundos.

—Pase—autorizo una voz grave.

Abrí la puerta lentamente encontrándome con el rostro frio de Marcus.

Su ondulado cabello carmesí resaltaba de sobre manera en su pálida piel, sus ojos grisáceos por más claros que fuesen parecían ser más oscuros y fríos que te daba la impresión de estar viendo al vacío, se encontraba sentado en su escritorio sin quitarme sus ojos de encima.

En la amplia habitación solo se encontraba Marcus, no había rastro de ningún otro director.

— ¿Qué estas esperando? Cierra la puerta detrás de ti y acércate—demando fríamente.

Me estremecí ante sus ásperas palabras, con mis manos temblorosas cerré la puerta suavemente para luego dirigirme hacia al frente de su escritorio. Me inundaron las dudas pero estaba segura que nada de lo que me imaginaba daría en el blanco.

—Aquí— demando nuevamente apuntando a un lado de él.

Le obedecí y me coloque a su lado.

 Seguía con ese rostro inexpresivo. De verdad quiero saber por una vez en mi vida ¿Qué demonios está pensando? Es muy desagradable encontrarme a solas con él, nunca acaba bien.