Suena We will rock you by Queen, el tono de llamada de Eliza. Como si quisiera salvarla de esa tristeza. Su mamá. Se retira un poco del lugar y atiende.
-Si… ya estoy yendo… bien, si… con nadie, no… que no, mamá… ok… si, ya voy, adiós.
Guarda su celular y resopla. Lo mira, él le sonríe. << Es tan lindo >>, piensa ella suspirando.
-Debo irme –sentencia la morocha revoleando los ojos.
Sandro mira su reloj, las 8.30 pm. Sopla y sonríe. Le gusta bastante ese gesto que hace la muchacha con sus ojos. Claro que no se lo dice.
-Si, ya es tarde –susurra.
-Si.
Ambos se acercan a la vez, sonríen.
-Eliza, lo siento por lo de…
-No hay problema, podemos quedar otro día y terminas de mirarme, ¿te parece? –le guiña un ojo.
Empiezan a reír sin parar.
-Yo siento lo del insulto de Luis –se muerde el labio inferior y le toca un hombro apenada.
Él le toca la mano, uniendo ambas. Ella se estremece. Siente un montón de electricidad recorriéndole el cuerpo cada vez que existía el contacto entre ellos.
-Debo confesar algo.
-Dime, ¿estas locamente enamorada de mi? –bromea el chico.
A Eli casi se le sale el corazón por la garganta. ¿Cómo se entero? ¿Era tan obvia?
-¿Qué? Nada que ver –le dice ocultando su asombro y miedo.
-Lo sé, bromeaba –sonríe mientras le hace una caricia en el rostro–, ¿Qué me querías decir?
Se vuelve a estremecer por la caricia. Y esa sonrisa tan perfecta. Le encantaba.
-Cuando actúas infantil y estas del lado de los chicos inmaduros te ves tierno, aunque hagas que me enoje porque sacas pica –levanta las cejas y aprieta su mano–, solo quería decírtelo.
-Me gusta hacerte enojar porque cuando te enojas te ves tan… – <<sexy>>, piensa pero no se lo dice solo sonríe.
El chico avanza hacia ella acortando la distancia, aun con las manos unidas, ella retrocede por inercia, entonces llegan a una pared. Y ya no puede retroceder. Ni él avanzar. Simplemente una profunda mirada y unas manos unidas. << Bésame, Sandro. Solo bésame>>, piensa Eli mirándole esos labios tan apetecibles. << ¡Bésala! ¿Qué esperas?>>, se dice a si mismo mirándole esos labios rosados. Pero algo en él se lo impide, sabe que no puede pasar nada entre ellos. Eliza se da cuenta que no la besara.
-¿Tan qué? –lo mira algo decepcionada.
Su profesor se da cuenta. ¿La besa o no? ¡Pero si ya le dijo que tiene novia! No debe jugar con su alumna.
-Tierna –murmura.
-Ah, gracias.
Su sonrisa y calidez se han esfumado, siendo remplazadas por un tono seco y cortante.
-Me gusto verte –confiesa el chico.
-A mi también –comenta, Eliza, soltándole la mano.
-Bueno, nos vemos.
-Claro.
Al despedirse ambos van hacia el mismo lado, el chico se mueve rápidamente impidiendo un casi beso y besa la mejilla de la quinceañera. Ella por su parte le da una sonrisa fingida y se va. No ha sido como se lo esperaba. Si hasta el destino quería que se besaran. Pero claro, él no. Porque tiene novia. Una maldita competencia. Eli no puede estar más furiosa.
Se arrepiente de haberse movido. No debería pero lo hace. Si lo que quería era besarla, ha perdido si única oportunidad. Quería besarla, el destino también lo quería. Y él… es simplemente un tonto que dejo pasar un momento único. Ambos piensan eso.
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¿Acaso dices que me amas?
RandomEnamorada de un imposible. Un romance peligroso, lleno de problemas. Pero para Sandro y Eli la edad no es un límite.