Atrapados
en la impotencia de los actos,
atados
por los silencios
consumiéndose el corazón
y desvariando la razón.
Subyugados por los miedos,
todo tiene un precio
acción e inacción
en sus redes nos atan, nos atrapan.
Prisioneros buscando escapar,
anhelando abrir el candado
para al fin volver a volar
cuando la llave han devorado.Derechos Reservados