¿Florista?

1.2K 148 23
                                        


Gran tiempo después...

Los primero rayos del alba, despertaron a Jimin quien tan solo unos segundos estaba durmiendo plácidamente con un Jungkook de la misma forma, pero arriba de él. Parecía que tenía una fijación el menor con usarlo como almohada. Y como información extra, hace unos meses Jeon había empezado ir al gimnasio por lo cual su masa muscular había aumentado y eso lo demostraba al aplastar a Jimin o transformarse en un oso al dormir.

-Jungkookie bebé, salte. Me aplastas. -Le susurró al oído. Quién solo, se dignó abrir un ojo y soltar un sonido. Logrando sacar un risa a Jimin. - Que salgas, me aplastas.

-No. - A pesar de estar dormido agarró al cuerpo de su hyung y cambió las posiciones, dejándolo arriba al comisario. -dormir.

Si, la vida ahora era buena para Jimin. Sus días de soledad se habían acabado gracias al gran muñecote que tenía debajo suyo. Cada día llenaba de nuevos colores con sus ocurrencias, acciones y esas pequeñas confesiones que le daba a su personas, conquistando un poco más su blando corazón.

-Tienes que ir a la cafetería y yo a la comisaría. - Acomoda los mechones locos que tapaban la cara del menor. Durante este tiempo se habia negado a cortarse su pelo, pero no iba negar que amaba verlo así.

-Tengo sueño hyung~. - Lloriquea falsamente abrazando aún más fuerte a Jimin.

-Jungkook... me asfixias. - Ríe levemente a pesar de estar siendo apresado. - Desde que has agarrado fuerza parece que te cuesta controlarlo. -Se sienta a sus horcajadas.

-Perdón Jiminie, pero es que eres muy abrazable. Como si tu cuerpo estuviera moldeado para mis brazos. - Sonríe embobado, tener al castaño encima suyo brindándole cálidas sonrisas, era sin duda lo mejor.

-Que romántico te has despertado hoy. -lleva sus manos al los hombros del menor con la intención de acercar sus rostros y otorgarse un lindo beso esquimal. Mientras el pelinegro se encargaba de acariciar su cintura, aprovechando para apegarlo a él.

Dejando de lado la contestación a lo dicho de su mayor, prefirió unir sus labios, en un pequeño y tierno beso, rozando nada más sus belfos.

Hace ya un largo tiempo habían adoptado nuevas muestras de cariño, como besos, dormir abrazados o pasar días enteros con la compañía del otro, hasta bañarse más de una vez juntos, sin pasar a mayores.

Al principio de todo esto, Jungkook se comportaba demasiado tímido, pero solo bastó un tiempo y ya estaba acostumbrado, hasta a veces pedía que su hyung se bañe con él. Lo cual, Jimin nunca podría negarse.

-Hyung. - Jadea separándose del beso, que ya se había subido un poquito de tono, dejando de ser un roce de labios.

-¿Sí? - Juega con sus mechones mientras que ahora Jungkook se ocultaba en su cuello depositando besos, prolongando el tiempo para preguntarle a su hyung lo que quería, ya era una manía que Jimin había descubierto. - Vamos, no seas tímido. Dímelo.

-Bañemonos juntos. - El castaño no hace más que reír y alejar a Jungkook de su cuello. Agarró sus mejillas y llenó sus labios de piquitos.

-Claro que sí. No tengas miedo a pedirlo.

Más tarde, Jimin, jadeaba mientras era acorralado en el baño, atrapado por los bruscos besos de Jungkook y las fuertes apretadas a su trasero, dejando atrás la faceta tímida del menor.

💐

Luego de que su turno en la cafetería acabara, Jungkook se dirigía hacia una pequeña florería.

¿Otra vez tú? ᴷᵒᵒᵏᵐⁱⁿ ᵐⁱⁿⁱᶠⁱᶜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora