El Gato Abandonado. [ErrorInk]

~10~

En la tarde del siguiente dia, las puertas de aquella casa fueron abiertas, dejando pasar a Ink.

Geno siguió en el sofá sin inmutarse, mientras que Fresh y Error se levantaron, alejandose de su comodidad para luego ver al recien llegado.

Ink pasó a la sala y vio a sus gatos.

-Dios, de verdad lo siento... No pensé tardarme tanto... ¡Vengan! Deben tener hambre.-

Luego de eso, se retiró para la cocina.

-¿Qué era eso que tenía en el brazo?-Preguntó Error.

-Es un yeso. ¿O acaso no sabias eso, eh? Gato callejero.- Respondió Geno, bajandose del sofá.

-¿Porqué?- El gato negro tenía aquella duda. Una más del montón.

Su dueño sale de casa perfectamente y de repente vuelve al dia siguiente con un brazo enyesado.

Pero ninguno de los otros gatos le responden, no podia exigirles respuestas tampoco. Era obvio que no tenian idea.

-¡A comer!- Llamó Ink a la mesa mientras terminaba de acomodar todo.

El primero en ir fue Error, subiendose a una de las sillas y mirando a Ink.

El albino le miró de vuelta, notando su curiosidad.

-Oh, debes preguntarte sobre esto... Solo me lastimé antes de venir, no es nada importante. En unos dias me lo quitaré y estaré como nuevo, ya veras.- Explicó con una sonrisa.

"¿Está lastimado?"  Se preguntó varias veces el gato negro.

Recordaba bien que salio en optimas condiciones. No se le ocurria una forma de que se lastime.

Aunque, despues de todo era algo tonto, lo sabia al verlo y por los comentarios de sus compañeros gatos.

Pudo escuchar un maullido, era Fresh, también habia llegado a la mesa, miraba con preocupación a Ink.

-Oh, lo lamento, Fresh. No creo poder tocar el piano por un tiempo... ¿Te conformarias si solo te canto?- Preguntó Ink, con su otra mano acarició al gato lila, quien disfrutaba sus caricias, Ink supuso que era una afirmación. -Bueno, a comer.-

En lo que quedaba de dia, comieron y cada quien volvio a su zona de confort.

Aunque, a diferencia de otros dias, Ink se quedó encerrado en su cuarto.