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Ink tocaba el piano, nuevamente parecia ser una melodia melancólica.

Fresh y Geno no estaban, pero Error sí. Nuevamente habian ido al doctor por su chequeo regular.

Error solo le veía fijamente desde el suelo.

Ink era increible.

Eso era lo que pensaba el gato negro.

Lo único que sabia de él, era que vivía solo, no se lleva bien con su familia, suele tocar el piano, su trabajo se trata de hacer pinturas.

Se ve tan frágil, como si en cualquier momento se fuese a romper. No importa el clima, su bufanda siempre la lleva, ¿Quizás sea muy sensible a la temperatura?

Su cabello es blanco como la nieve, dan ganas de tocarlo y ver si realmente es suave.

Sus ojos son brillantes, llenos de vitalidad.

Y no importa qué, haria lo que fuera por los demás.

Por alguna razón, parecia delgado, y eso que suele comer mucho.

En su blanca piel tiene algunos puntos color rojo, quizás por el tipo de piel que tiene, ¿Los albinos son así?

Ciertas áreas moradas en sus brazos despiertan curiosidad en el gato.

Ink se detiene, mira a Error y lo carga, poniendolo en su regazo. Este toca aquellas áreas moradas, consiguiendo que su dueño haga un pequeño quejido.

¿Eran otras áreas lastimadas?

-Soy feliz desde que llegaste, Rurú, ¿Lo sabias?-

-¿Debería?-

-A veces... Me miras tanto que siento que deseas decirme algo.-

-No estás lejos de la realidad, ¿Porqué no me puedes entender tú a mí?-

-De verdad te quiero, Rurú. Gracias por aparecer en mi camino.-

Luego de eso, lo abrazó.

-Tonto... Gracias a tí.-

El Gato Abandonado. [ErrorInk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora