La atmósfera tensa era meramente un indicativo de la situación que transcurría dentro de aquella desordenada oficina. Zoe resopló por lo bajo notando lo difícil que sería convencer a aquella mujer prematuramente avejentada por el estrés. Las luces débiles del lugar lograban de a momentos crear una escena cinematográfica en la que dos mafiosos discutían de negocios.
−Quiero un 12% de regalías, no menos.-insistió la joven castaña fingiendo un desinterés por la propuesta que la Sra. Han le había realizado momentos atrás. Se cruzó de brazos buscando adaptar una postura más firme, lo cual iba totalmente en contra de la naturaleza dulce de ella. Se aferró protectoramente al manuscrito pulcro e inmaculado entre sus brazos.
−Un 12% es mucho.-su entrecejo fruncido en preocupación exaltó su fosilizado rostro. –Un 8% es más que generoso. Cuando lo leí me pareció que estaba dirigido a público muy joven, los niñatos no suelen pagar mucho.
Zoe le miró en incredulidad pura, sin siquiera creer que tantos meses de esfuerzo y palabras entintadas quedaran en la mismísima nada. Aclaró su garganta cerciorándose de no elevar la voz más de lo necesario. –Me tomó muchísimo tiempo escribir esto, no puedo aceptar que me den tan poco...
−No estamos en nuestro mejor momento económicamente.
−Yo tampoco lo estoy.-contraatacó la muchacha mirando a la mujer entre sus pestañas. –Tengo cuentas y estudios que pagar. Necesito ese dinero, ¿Por qué desconfía de las ventas potenciales de este manuscrito? Todos los que le he dado han tenido éxito. Es hora de que me empiece a dar una retribución justa.
La mujer refunfuñó deslizando la vista por algunas páginas de su agenda garabateada, generando de a momentos chasquidos con su lengua pensativamente. –Te diré algo...-comenzó Han adoptando su característico tono de negociación. –Si consigues ilustraciones para algunas partes del manuscrito, te daré un 10%.
La confusión le recorrió socavando lo poco de cordura que le quedaba a estas alturas. Un silencio sepulcral inundaba aquella precaria oficina. Zoe resopló para sus adentros intentando recobrar la compostura. − ¿Ilustraciones?
−El público objetivo es joven, y las novelas juveniles últimamente están incorporando algunas imágenes o dibujos que representen cada tanto alguna parte de la historia. Nada muy elaborado, solo lo justo y necesario para mantener las cosas un poco más interesantes.
−Esto no tiene ningún sentido. Las personas quieren leer, no ver dibujitos.-una presión de dolor e indignación invadió su pecho.
¿Cómo era posible que alguien le importara únicamente las ilustraciones en lugar de disfrutar de la lectura e imaginarse las cosas por sí mismo?
¿Estaba insinuando que su historia necesitaba de adiciones para hacerla atrapante?
La mujer, ahora más agotada por la conversación, lanzó un gesto desdeñoso con su mano restándole importancia al asunto.−Solamente consíguete a alguien que te haga algunos 'dibujitos', y tráelos o envíamelos a medida que los vayas teniendo. Pero será un 10%, no más.
Con las mejillas ardientes de coraje e ira, se levantó de su asiento fingiendo un deje de tranquilidad y profesionalismo. –Veré qué puedo hacer...-musitó disconforme, observando como la arcaica mujer la miraba a través de sus gafas con interés. Esta guardó su agenda en uno de los primeros cajones de su escritorio, para luego apoyar la mandíbula sobre su arrugada mano, observando a Zoe más detenidamente con aires petulantes. La tensión era algo característico de la accidentada relación entre ambas, la cual se remontaba desde hace unos cuatro años.
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𝕴𝕟𝓴𝖊𝕕 ֆouls | J.J.K. +18
Fanfiction《 Nadie nunca pudo haberse imaginado que la inocente escritora a comisión que estudiaba fotografía, pronto se encontraría sucumbiendo bajo los encantos de la tinta en otros lugares ajenos al papel en el que escribía. ¿Será su imponente presencia? ¿...
