11- No Lo Amas

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La pegó del escritorio aún con sus labios unidos a los de ella. Juliana la agarró por el rostro para hacer el beso más intenso.

Sus lenguas bailaban entre sus bocas y mordían sus labios una a la otra sin ningún pudor.

Valentina la alzó y la sentó en el escritorio, haciendo que Juliana abriera las piernas y así ella quedar entre éstas. Empezó a besar su cuello, el cual Juliana le entregó sin pena alguna.

—ha... Val— gimió bajo— por favor no me hagas esto— dijo con sus ojos cerrados, muy excitada

—te deseo tanto, quiero tenerte— le susurró entre su cuello

—no Val... Espera— dijo Juliana volviendo a la realidad

Valentina se detuvo, suspiró profundo mientras unía su frente a la de ella.

—perdón... Perdón Juls, pero no puedo evitarlo. Esto que siento por ti es mucho más fuerte que yo. Te juro que nunca había sentido algo igual

—esto no está bien, Val. Yo tengo novio, me voy a casar y...

—¿cómo?— preguntó Valentina alejando su cabeza para mirarla a los ojos— ¿te vas a casar?

Juliana bajó del escritorios y se acomodó la corta falda de tela fina que traía puesta.

—sí, Val... Ya lo pensé muy bien y voy a aceptar casarme con Sebastian— le dijo con pesar

—tú no puedes hacer eso, Juliana. No puedes casarte con ese tipo

—ese tipo es mi novio y lo amo...

—¡no mientas!— vociferó— no mientas Juliana— dijo un poco mas calmada— tú no lo amas— le dijo acercándose a ella

—tú no sabes nada, Valentina. No sé porque aseguras que no lo amo

Valentina la agarró por el rostro y unió su frente a la de.

—porque si lo amaras no me hubieras besado como lo hiciste. Si lo amaras tu corazón no latiera tan fuerte cuando estas tan cerca de mí— le susurró muy cerca de sus labios— si lo amaras tu piel no estaría tan erizada como lo está ahora— le dijo acariciándole la pierna

—ya basta Val— susurró con sus ojos cerrados

—te amo— le dijo entre sus labios. La iba a besar pero unos toques en la puerta hicieron que se alejaran rápidamente

—¡Juli! ¿Puedo pasar?— se escuchó la voz de Ela del otro lado de la puerta

Juliana se sentó rápidamente detrás de su escritorio.

—¡pasale!— le ordenó mientras se acomodaba la camisa blanca, la cual estaba un poco desabrochada

Ela entró con un gran ramo de rosas rojas.

—te llegó esto— dijo poniéndola sobre el escrito— y esta tarjeta— le dijo entregándole la tarjeta dorada de bordes blanco

—gracias— le dijo Juliana dándole una mirada fugaz a Valentina, quien se moría de celos— es de Seba— dijo con una falsa sonrisa mientras miraba a Valentina

—¿Qué dice?— preguntó Ela muy curiosa

—que chismosa me saliste... Solo dice que me ama y me extraña. Es tan lindo mi osito...

—yo creo que debería de ser mas original ¿no?— indagó Valentina

—¿a qué te refieres?— le preguntó Juliana con los ojos entrecerrandos

—las rosas rojas— dijo señalando el ramo— son muy comunes. Además estas rodeada de ellas todo el tiempo

—Valentina tiene razón, Sebastian ya aburre con lo mismo— concordó Ela

Bajo Mi Cielo| CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora