ADENTRO.
Me quede petrificada al lado de la mesa, de los snacks y tragos, por al menos treinta minutos luego de que América me dejo sola. O de que yo misma me dejara sola. Me había auto abandonado.
Los nervios no me dejaban moverme de alli. Las piernas me temblaban y las manos me sudaban. Había apollado mi espalda contra la pared y cerrado los ojos. La musica me aturdía a tal punto que llegue a no escucharla. Las personas pasaban a mi lado, me miraban, hacían algún comentario, reían, tomaban algo, y se iban. La presión me hacia cada vez mas peso, hasta que aterrise en el piso. Y allí me quede. Nerviosa. Sin siquiera saber que hacer. Tanto si me movía, como no, iba a llamar la atención. Era la nueva y no llevaba puesto un vestuario discreto. Se correría la voz y era mas fácil toparme con el. Si América leyera mis pensamientos me diría que estoy paranoica. Y en realidad no se si no estoy paranoica ya.
El estomago me ruguia y tenia la boca seca. Estire mi mano hacia arriba de la mesa, sin moverme del piso. Agarre un vaso con un liquido transparente, y por desgracia no se me ocurrió olerlo. Era vodka. Pero no lo había notado cuando vacíe el vaso en mi garganta. Me atragante, tosi, todos me miraron. Ya se me estaba haciendo costumbre. Sin embargo, no me desagrado. Dicen que el alcohol da valor, te saca la conciencia, hace que no pienses, y eso era justo lo que yo necesitaba si quería sobrevivir a aquella fiesta.
Me ayude de la mesa y me levante. Serví otro poco de vodka en el vaso y lo tome. Sentía como mi garganta quemaba, pero esta vez no tosi, siquiera me atragante un poco. Aun no era suficiente, todavía podía sentir esa presión en mi pecho que me daba pensar que podía encontrarlo si me separaba de aquella mesa. Llene otro vaso y me dispuse a buscar a Melany. Después de todo, era mi ultima opción. Lo único que rogaba era que este en la planta baja de la casa, porque si estaba arriba entonces estaba totalmente perdida.
Comencé a caminar por la planta baja, con mi vaso de vodka en la mano. Pase frente a un espejo y no lo podía creer. Era como si reflejara a otra persona. Yo sabia que yo no era esa. Pero al mismo tiempo debía aceptar que era esa. Y no quería hacerlo. No quería seguir mirándome al espejo. Pero por desgracia la casa estaba llena de ellos.
El alcohol estaba llegando a mi estamo y por consiguiente, repercutiendo en mi cerebro. Llegue a un punto de no saber que estaba buscando. Lo recordaba y me lo olvidaba.
Todo comenzaba a dar vueltas. Mi vaso ya estaba vacío. Y Melany no aparecia por ningún lado. Yo comenzaba a desesperar. Las personas me miraban, y eso me daba nauceas. Necesitaba encontrar en baño y caminar hacia el, y en eso radicaba en problema. Caminar. Caminar sin parecer un anciano con artrosis. Caminar sin parecer un recién nacido. Caminar.
YA EN EL BAÑO.
Jace estaba abatido. Amanda se había quedado durmiendo en su habitación porque se sentía pésima y el estaba solo. Completamente solo. A nadie agradaba, odiaba el alcohol, y solo escuchaba musica electrónica. Pero si se iba era peor. Su reputación iba a caer mas bajo aun. Mas bajo que aquella vez que fue visto por ese grupo de chicos besándose con Amanda. Pero eso no era lo malo, sino lo que vino después. Esa frase que arruino su vida y lo puso en un lugar que ya era muy difícil de salir. "También te amo, pero como amigos, mo confundas las cosas". Esa frase estaba en todos los vídeos, de todos los celulares,de todos los alumnos del colegio de Bellas artes. Odiaba ese colegio. Odiaba a sus compañeros. Pero la amaba a ella. Y sentía que era su deber cuidarla, pero aun así estaba allí, en el baño de una fiesta a la que no quería asistir, intentando restablecer una reputación rota hace años.
Todo eso cruzaba por su cabeza, con la cara empapada en agua, y los pelos bañados en gel, hasta que algo lo interrumpió.
La puerta se abrió de par en par y una chica muy bonita entro. Apenas podía quedarse de pie. No se había dado cuenta de su presencia. Y el tenia el corazón en la garganta.
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No revoluciones mi paz
RomanceA los 16 años solo deberíamos soportar el peso de los estudios y las hormonas en estado de descontrol. Nadie le había dicho a Emma lo difícil que seria enfrentarse al rechazo de sus padres, sus nuevos compañeros, y su primer amor. A veces hay que se...