Middle of the night [Español]

Introducción

Introducción.

Tres palabras, maldito viernes trece. 

No lo odio; pero sería un día que recordaría por mucho tiempo, por lo mal que había empezado y como todo término de forma muy distinta.

Mi peinado está deshecho, el vestido que compré con mis ahorros tiene ligeras manchas de jugo de naranja y algunos agujeros.

Bien, no fue una de mis mejores ideas, pero de alguna u otra forma me desquité como ambos individuos traidores. Solté una amarga carcajada mientras traigo a mi mente los recuerdos de cómo fue que terminé así.

Una hora antes...

—Patrick, hazte a un lado por favor. No es tiempo de ponerte en modo seguridad, Omar no es una celebridad y me conoces —intenté empujar con mi mano al mayordomo de mi novio, pero se resiste—. He preparado una sorpresa para Omar. ¿Ya no me quieres como antes?

Hice un puchero.

—Señorita Lisa, no creo que sea un buen momento —susurró bajito, pero más se oyó como una súplica, lo que me descoloco.

—Venga, hoy es un día muy especial ¿Sucedió algo malo?... No, es imposible, hablé con él hace unas horas —prácticamente le estoy suplicando. Pero hay algo en su mirada que me inquieta, como si le costara hablar conmigo. Sus manos siguen firmes sobre el picaporte de la puerta impidiendo que pase—. Bien, no quise recurrir a esto, pero lo haré de todas formas. Perdóname Patrick; no es personal, sabes que te quiero mucho.

—No, espera...

Sin decir nada más lo empujé y entré a la habitación.

—Despierta dormilón, tengo una sorpresa para el novio más lindo del mu...

Cerré la boca, mi corazón late muy deprisa, me siento la persona más pequeña del mundo donde todo me es mucho más pesado y grande. El ambiente es abrumador.

—Lo siento señorita Lisa —se disculpó Patrick, bajó un poco la cabeza y se retiró con una expresión triste.

Duele, duele mucho. 

Fue por completo un baldazo de agua fría, tardé unos segundos en entender lo que está pasando a mi alrededor, todo es muy confuso, nada parece estar en orden y me incomoda.

Quiero hablar; decir algo, pero las palabras no me salen. Mi garganta está muy seca. Veo los adornos de luces esparcidos por el suelo, la botella de jugo abierta, la corbata junto con el envoltorio y el peluche de winnie pooh que se suponía había planeado dar como regalo de aniversario. Todo esparcido en el piso.

Pero verla a ella; mi amiga, dolió más.

—¡Malditos desgraciados! —grité con todas mis fuerzas para que ambos me escucharan y pararán de besarse.

—¿Lisa qué haces aquí? —Omar giró cuando me oyó. Se veía confundido, se puso de pie, pero no dijo nada. Mi amiga a su costado también se puso de pie, ella sonrió, pero se quedó en completo silencio.

Estoy enojada de verla con esa actitud, juro que estoy luchando conmigo misma para no ir hacia ella y agarrarla de los cabellos porque razones me sobran.

—¿Por esto no me respondías? Vine porque tardabas en llegar y me preocupé de que te hubiera sucedido algo malo…

—Estaba por ir, lo juro. 

—No...

—No es lo que crees ¿vale, Lisa? —habló.

—¿Vale, Lisa? —repetí sus palabras irónicamente—. ¿Crees que soy idiota Omar? Por el amor de Dios, te encontré besándola.